Mary Baker Eddy, quien descubrió la Ciencia Cristiana, declaró: “El Sermón del Monte es la esencia de esta Ciencia, …” (Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, pág. 271). En otros lugares ella llama al Sermón del Monte el “resumen de la Ciencia (véase Rudimentos de la Ciencia divina, pág. 3).
Hace varios años comencé a leer y meditar sobre este sermón cada semana, generalmente antes o después de la iglesia. Lo leía en una variedad de traducciones de la Biblia, usando con frecuencia un sitio en línea para ver diferentes versiones. Esto me ayudó a obtener nuevos significados de sus conocidos pasajes. Me esforcé por comprenderlo espiritualmente y dejar que sus numerosas lecciones me transformaran.
Justo antes de esto, a fines de 2015, una amiga había disuelto abruptamente nuestra amistad cuando consiguió un nuevo trabajo. Yo había cubierto mi consternación y dolor con capas de autocompasión y justificación propia.
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