Recientemente, logré una difícil meta atlética por la que había estado trabajando durante muchos años. No obstante, más o menos un mes después, me vino el pensamiento: “¿Sucedió eso realmente?”. Uno de mis hijos, que lo había presenciado, se rio cuando compartí este pensamiento un tanto ridículo.
Cuestionarnos a nosotros mismos en ocasiones es una tendencia con la que muchos podemos relacionarnos, pero esto a veces puede tomar una forma más insidiosa conocida hoy como “abuso emocional”. Es cuando una persona niega su propia experiencia o comprensión de algo —incluso su percepción de lo que es real— y generalmente implica condenación y duda de uno mismo.
Puede ser especialmente importante ser consciente de esto cuando se practica la curación en la Ciencia Cristiana. La tendencia de la mente humana a menospreciar nuestros mejores esfuerzos u olvidar la bondad que hemos experimentado nos engañaría haciéndonos creer que nunca hemos tenido un pensamiento inspirado o un caso de curación.
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