Me pregunto cómo habría sido observar a Jesús en sus viajes, y su enfoque para interactuar con los demás. Es posible que no haya estado en sintonía con las personas que conoció. Sin embargo, por lo que leemos en la Biblia, no hay duda de que él contempló constantemente el amor de Dios por todos, en todas partes.
Hoy en día, podemos encontrarnos con personas que llevan adelante el ejemplo de Jesús —su práctica de amar a todos sin reservas— sin importar lo que se les presente. Este es un camino en el que nuestro mundo puede unificarse y experimentar un progreso global mucho más rápidamente. Pero ¿cómo podemos amar a todos como lo hizo Jesús cuando parece haber tanto odio y conflicto?
Mediante la brillantez de su ejemplo, y a través de sus obras sanadoras, Jesús probó que la verdadera naturaleza de cada uno de nosotros como la creación, la descendencia, del Amor divino, Dios, no solo es espiritual y perfecta, sino también amable y amorosa. ¿Por qué, entonces, el conflicto y la división parecen ser de tal manera parte de nuestro mundo?
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