Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

El origen de la fortaleza de David es también nuestro

Del número de octubre de 1963 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Mediante la comprensión de su unidad con el poder divino, David obtuvo la victoria por sobre numerosas condiciones adversas. En su salmo de alabanza y gratitud a Dios que aparece en 2° Samuel (22:2, 3) dijo: “¡ Jehová es mi Roca, y mi fortaleza, y mi libertador; mío es! Dios es mi Roca, en él confiaré; mi escudo y el cuerno de mi salvación, mi torre alta y mi refugio.” Mas adelante en el mismo himno de alabanza declaró: “Dios ... es mi fortaleza inexpugnable, y despeja perfectamente mi camino.”

¿ No estaba acaso David expresando gratitud justamente por las mismas cosas que nosotros consideramos esenciales para nuestro propio bienestar? ¿Podríamos desear acaso bendiciones más grandes que la seguridad del amor y el cuidado invariables de Dios, que la fortaleza y la sabiduría para hacer frente a las demandas de cada día con éxito, y la inspiración espiritual que tan necesaria es para la felicidad verdadera?

Desde la época de David hasta la nuestra, nada ha ocurrido que haya alterado la buena voluntad de Dios hacia los hombres. No obstante, la mente carnal a menudo insiste porfiadamente que es imposible que los hombres de este mundo tan sofisticado puedan acercarse a Dios como lo hicieron los hombres de aquellos días menos complicados. Esta aseveración se torna enteramente inexacta a la luz de la inalterabilidad y la eterna bondad de Dios, la Verdad y el Amor divinos.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / octubre de 1963

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.