Hace algún tiempo se me había desarrollado una infección en la pierna izquierda. Durante las semanas que siguieron la dificultad fue empeorando, hasta el punto que no pude manejar más mi auto. Finalmente, cuando me fue imposible caminar, fui llevado a un sanatorio de la Ciencia Cristiana para que me atendieran, al mismo tiempo que recibía tratamiento de un practicista por medio de la oración. Inmediatamente al entrar en él, sentí la atmósfera de amor que allí reinaba, y bien pronto me sentí agradecido por el cuidado y la eficaz atención que me prodigaron las enfermeras.
El practicista pacientemente me hizo recordar acerca de las verdades sanadoras que contienen tanto la Biblia como todas las obras de Mrs. Eddy. De estas dos fuentes de curación espiritual, me dió muchas referencias útiles, que pude estudiar. Casi de inmediato la infección comenzó a disminuir, y después de haber pasado varias semanas sin descansar normalmente, logré al fin conciliar el sueño.
La mejoría continuó hasta que me fue posible caminar por mis propios medios. Con un sentimiento de gran gratitud por la Ciencia Cristiana [Christian Science], pude sanar y volver a mi trabajo, que implica manejar largas distancias. Durante el período de mi enfermedad, me había sido posible, con la ayuda de mi esposa, dirigir hasta cierto punto mi negocio.
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