Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

A salvo de la guerrilla

Del número de octubre de 2002 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Para informarse sobre la presente situación en Colombia uno puede escuchar las noticias o leer muchos artículos sobre el tema que ofrecen los medios de comunicación. , Redactor Jefe del Heraldo, en cambio, decidió conversar con dos pensadoras espirituales, , ciudadanas de ese país.

Enrique — Cuando escuchamos las noticias sobre los actos terroristas y los secuestros que tienen lugar en Colombia, muchos nos preguntamos en dónde busca refugio la gente afectada. ¿Creen ustedes que estén dirigiendo su mirada hacia algo mucho más profundo y elevado?

Myriam — Pienso que siempre nos hemos estado apoyando o hemos estado apoyando o hemos dependido de lo que haga un país, alguna persona o institución. Pero se ha demostrado que eso no brinda un sostén firme y confiable. Y esto nos está llevando a mirar más a Dios, y a entenderlo como Principio, como poder divino, Él tiene dominio sobre todo y puede ayudarnos.

Pienso que después del 11 de setiembre cambió la forma de ver los actos de violencia. En Colombia, las acciones de grupos violentos no se conocían como terrorismo, sino como actos de grupos con otra ideología política. Pero ahora, ha salido al descubierto la verdadera naturaleza de esos actos con el nombre apropiado.

Consuelo — Yo creo que se está produciendo un proceso donde la gente se ve obligada a despertar, a tomar decisiones sabias e inteligentes basadas en su fe en Dios. Hay un gran movimiento de búsqueda espiritual. Hace poco leí un artículo en una revista que se llama Semana donde se daban los indicadores de cómo el pueblo colombiano está despertando y buscando respuestas en la espiritualidad. Yolanda Pulecio, cuya hija Ingrid Betancourt, ex candidata a la presidencia, fue secuestrada, decía que para ella Dios ha sido su fortaleza y ha recurrido a Él todo el tiempo. Ella ha observado cómo muchas madres en Colombia que tienen hijos soldados, o hijos que han sido secuestrados, se están uniendo para ayudarse y hallar consuelo. Se están apoyando en Dios como una ayuda siempre presente.

Las ideas de Ciencia y Salud y de la Biblia, así como el mensaje que trae el Heraldo, proveen de herramientas a los que buscan ayuda en la espiritualidad para que tengan un enfoque más amplio y más práctico de las leyes de Dios. Todos podemos acceder a estas herramientas espirituales, aunque a veces sea difícil ver que ya las tenemos.

Enrique — Lo bueno es que en tu caso, Myriam, estas herramientas espirituales te han traído resultados concretos.

Myriam — Bueno, he podido ver que es importante no dejarse sugestionar por el bombardeo de noticias sobre masacres y terrorismo que los medios de comunicación difunden. Sobre todo porque el mal aparece como poderoso, como que tiene todo el control, y nosotros, como que estamos perdiendo el dominio. La espiritualidad que nos trae el estudio de la Christian Science me ha ayudado a despertar y a ver que hay un Dios que no sólo existe sino que también gobierna y protege.

Hace unos años, una tarde nos enteramos de que habían colocado un camión bomba al norte de la ciudad de Bogotá, sitio donde viven muchos políticos. Era en esa zona donde mi hija estaba concurriendo a sus clases de francés.

Aun antes de saber sobre ese camión, habíamos hablado con mi hija de cómo Dios nos mantiene seguros en Su atmósfera de amor, y que nos cuida en toda circunstancia. Ese día recibí un llamado de ella para decirme que todo el mundo estaba corriendo, a lo que atiné a decirle que se calmara y que caminara despacio y tranquila, que Dios la guiaba segura a casa. Poco después, nos enteramos de que habían logrado desactivar la bomba y la gente pudo salir a salvo de la zona. Fue una enorme alegría cuando ella volvió a la casa y nos vimos nuevamente después de toda esa experiencia.

Enrique — Bueno, ese mismo poder espiritual que actuó hace unos años sigue hoy actuando en nuestra vida, ¿no es así?

Consuelo — Sí, yo también lo he vivido con mi familia. Hace poco hablé por teléfono con mi mamá, que estaba de visita en otra ciudad, en Cúcuta, una zona que ha sido muy atacada por la guerrilla. Ella me llamó angustiada porque estaban diciendo en las noticias que parecía que estaban envenenando los acueductos. Entonces la primera reacción mía fue calmarla; hablamos de Dios de una manera simple. Hablamos de que Dios es bueno, que Él es más poderoso que cualquier otra cosa y que no debemos tener miedo.

También le dije que las noticias muchas veces exageran la situación y que si quería, podía ir a comprar agua envasada. Ella se calmó y dijo que sabía que Dios existe, que Él es bueno y arregla las situaciones. Antes de cortar dijo que iría a comprar agua. Cuando hablé con ella al día siguiente me dijo que todo había sido controlado y que no pudieron envenenar el agua ni tampoco intentaron volar el acueducto cerca de Bogotá, cosa que hubiera arrasado un pueblo entero.

Ante noticias que nos aterrorizan, lo importante es encontrar un antídoto, como cuando tienes un problema lo que haces es buscar la solución. Uno no se queda mirando el problema, y yo pienso que la gente en Colombia ha comenzado a hacer eso, ha comenzado a orar, sabiendo que podemos tener la seguridad de que el bien es lo más grande.

El hecho de que Dios es bueno, y de que todo está bajo Su control es una ley universal y cualquiera que se aferre a ella en su pensamiento puede ver los resultados en su experiencia. Ha sido muy lindo compartir con mi familia estas ideas simples en momentos de angustia porque aunque no estudian la Christian Science puedo llegar a ellos con una simple lógica de lo que es Dios y de Su acción. Esto les muestra que todos nos podemos apoyar en Dios ahora, que Dios no es para otro momento ni para cuando nos hayamos ido de aquí, sino que Su poder es eficaz y bueno.

Myriam — La herramienta más poderosa que tenemos es el conocimiento correcto de Dios, el bien. A medida que lo vamos conociendo dejamos de sentir temor, porque vemos que el mal no tiene poder y que no tenemos que dejarnos sugestionar ni engañar por él.

Si conozco a Dios y sé quién soy y cuál es mi relación con Dios, tengo una base para vivir, y para encontrar formas de ayudar a los demás. La táctica del mal es negar la existencia de Dios, el bien, o atribuirle un desgobierno. Pero, a medida que vamos conociendo la naturaleza de Dios, vamos mirando en la dirección correcta y las sugestiones del mal se neutralizan en el pensamiento.

Igualmente es importante reconocer que los demás, los que nos rodean, están hechos a imagen y semejanza de Dios.

Enrique — Entonces, si nos volcamos a comprender mejor a Dios y llenamos nuestro pensamiento con leyes divinas, no estamos dejando mucha cabida al odio o al resentimiento. ¿Cómo haces para no echarle la culpa a nadie? Sobre todo cuando se sabe de personas que están involucradas en actividades ilegales o que tratan de hacer daño por medio de tal o cual organización terrorista?

Consuelo — Es verdad, cuando suceden cosas atroces es fácil que surja cierto odio y resentimiento hacia los responsables. Recuerdo que mi madre me comentó algo sobre esto y hablando con ella surgió en la conversación que estas personas son en cierta forma víctimas también. Si uno los odia, uno está echando leña al fuego, agregando, odio al mismo odio que originó esas acciones terroristas. Pienso que así como Dios nos creó espiritualmente, así los creó a ellos. Y verlos desde esta perspectiva es la única manera de llegar a una solución.

También coincidimos con mi madre en que muchos de estos guerrilleros han sido niños que fueron sacados de sus casas, que han sido convencidos de que luchan por una causa por la que debían dar la vida, y que hoy cargan armas para luchar por un enemigo que en resumidas cuentas es su propia gente.

Pero lo cierto es que cada persona tiene una conciencia, y Dios está hablando a esa conciencia y la despierta. Dios no excluye a nadie, y nuestra oracion puede salvar a muchas personas de sus propias acciones.

Myriam – Yo pienso también que el mal pretende que uno lo tema, lo honre y lo acepte como algo natural. Y si uno acepta esto y lo cree, esta creencia va creciendo hasta que se vuelve una montaña de equivocaciones, de malas elecciones. Yo pienso que éste es el momento de retomar nuevamente el camino, de corregir nuestra manera de pensar y de llegar a tener un sitio tranquilo, lindo como es Colombia, donde uno pueda vivir con toda la riqueza que hay.

Enrique — Y por supuesto es un pueblo con una cultura muy rica, con un alto nivel de educación. Tenemos muchas razones para tener esperanza en el pueblo colombiano.

Consuelo — Así es. Colombia tiene muchos recursos y un potencial muy grande que es su gente. Gente que tiene un espíritu de lucha y de progreso.

Un ejemplo. Hace poco tuvimos elecciones presidenciales en Colombia y hubo muchísimas amenazas de muerte para los votantes. Pero la gente fue y votó igualmente. Había ese espíritu de querer un cambio, de querer que todas esas amenazas se terminen, y de no dejar de buscar lo bueno. La gente salió a ejercer un derecho de libertad que es el voto; el derecho a buscar una solución. Esto tiene un significado más profundo que el de elegir una persona determinada.

La Biblia dice algo que me encanta: “Pedid y se os dará... Porque todo aquél que pide, recibe”. Mateo 7:7, 8. Si la gente individualmente está pidiendo lo bueno, lo va a recibir, y esto es una ley que hay que tener muy en cuenta.

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / octubre de 2002

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.