La Asamblea Anual de The First Church of Christ, Scientist, se llevó a cabo el lunes 3 de junio de 2002 a las 10 la La reunión tuvo lugar en la Extensión de La Iglesia Madre, que estaba llena, y muchas personas tuvieron que ir al Edificio Original de La Iglesia Madre o al auditorio del Centro de Convenciones en Memoria de
, que también estaban llenos. La Presidenta saliente, , abrió la reunión.Hay tantos idiomas representados aquí hoy que tomaría mucho tiempo saludarlos en cada uno de ellos. De modo que en el lenguaje del Espíritu, que es de corazón a corazón, reciban todos una cordial bienvenida.
Estamos profundamente agradecidos por que tantos miembros de nuestra familia mundial hayan podido reunirse para orar juntos, para regocijarnos juntos, para mirar hacia el futuro juntos.
Después de las lecturas de la Biblia, Ciencia y Salud y otros escritos de Mary Baker Eddy, los presentes fueron invitados a orar juntos en silencio, y luego repitieron el Padre Nuestro. Christiane entonces anunció los funcionarios de La Iglesia Madre para el próximo año.
Pastora Emérita
Reverenda Mary Baker Eddy
La Junta Directiva
de la Christian Science:
John Lewis Selover
Virginia Harris
Walter D. Jones
Mary Weldon Ridgway
Mary M. Trammell
Primera Lectora
Segundo Lector
Secretaria
Mary Weldon Ridgway
Tesorero
Walter D. Jones
Finalmente, Christiane presentó a la Presidenta entrante Ivonne von Fettweis.
I Vonne se ha desempeñado como miembro de la Administración Fideicomisaria Histórica de la Iglesia, como Historiadora de la misma, como miembro del Cuerpo de Conferenciantes, y como consultora especial de La Junta Directiva de la Christian Science. Junto con Robert Warneck, escribió Mary Baker Eddy: Christian Healer en 1998, y hace más de 20 años que está en la práctica pública de la Christian Science.
Comentarios de apertura de La Junta Directiva de la Christian Science
Nos Hemos reunido esta mañana en la Extensión de La Iglesia Madre, en el Edificio Original y en otra “extensión” temporal, el auditorio del Centro de Convenciones Hynes. Y si bien estamos conectados a través de una red electrónica, todos estamos como entretejidos y unidos para formar algo mucho más profundo, una cordura y unidad que es poderosa. Una vez más podemos usar las palabras que nuestra Guía usó para la reunión de la Asociación Nacional de Científicos Cristianos en 1888; “Sed de ‘un mismo sentir’, estad ‘todos unánimes juntos’, y Dios derramará sobre vosotros una bendición como jamás habéis recibido antes”.Esc. Mis., pág. 134.
Esta bendición y la dulce anticipación que los trajo aquí y ha guiado cada paso en su preparación, nos da un fundamento para la camaradería espiritual más productiva de adoración y alabanza que el mundo pueda conocer hoy. A nuestro alrededor vemos un mundo muy diferente que en la reunión del año pasado.
La Iglesia Madre y su comunidad mundial, se está elevando para responder a las demandas espirituales de estos nuevos tiempos. El siglo XXI, el tercer milenio, ha llegado a nuestros calendarios con gran fuerza. Y esta Iglesia, como la fundó, formó y diseñó Mary Baker Eddy, ciertamente responderá para nutrir a todo aquel que recurra a ella, mientras sigue llevando adelante el mensaje del Consolador a todo el mundo.
De modo que, al mismo tiempo que la Secretaria llamó formalmente a esta reunión, el mundo está pidiendo ayuda, y esta reunión es una plataforma importante para responder a ese llamado. Es hora de que el Consolador sea reconocido. No sólo habremos de recordar esta Asamblea Anual de 2002 como un hito en la historia de nuestra Iglesia, sino que también la podemos considerar ahora, hoy, como una señal muy significativa.
Sería muy bueno que tuviéramos un corazón abierto y renováramos nuestra capacidad para ver las cosas de manera diferente. Juntos oraremos, exploraremos, aprenderemos, compartiremos e intercambiaremos ideas, y profundizaremos nuestra percepción de la revelación que nos ha sido dada. Esta reunión nos impulsará hacia delante. Saldremos de ella conociendo mejor nuestras obligaciones y nuestra capacidad para cumplirlas.
Informe del Tesorero
Tesorero
Lo Que Más me conmueve es ver en qué medida la vida de Mary Baker Eddy se caracterizó por su enorme deseo de dar al prójimo. Ella era una persona de muy bajos recursos cuando descubrió la Christian Science y la mayor parte de su vida. Pero tenía un corazón que deseaba dar.
La Iglesia Madre extendió una mano amiga a las iglesias filiales de Argentina ante la profunda crisis económica que está viviendo el país. Donamos ejemplares de Ciencia y Salud, continuamos la transmisión del programa radial del Heraldo en español, y nos hicimos cargo del costo de las conferencias.
En los Estados Unidos, después del 11 de septiembre, la Iglesia estableció un Healing Response Fund (Fondo de respuesta sanadora) para ayudar a los que fueron afectados por los ataques terroristas de Nueva York, Washington, D.C. y Pennsylvania. Entre los que contribuyeron a este fondo se encuentra una niña de 13 años. Según contó su padre, ella fue guiada en su oración a entregar todos los ahorros de su vida US$300, para ayudar a las personas afectadas por esa tragedia. En total, miembros y amigos contribuyeron con US$700.000.
Fondos en mano y gastos
A partir del 30 de abril de 2002, nuestros fondos en mano eran de US$292 millones en efectivo y valores, comparado con los US$323 millones del año fiscal anterior. Los fondos en mano incluyen US$197 millones en fondos restrictos y US$95 millones en el Fondo General irrestricto.
La Iglesia no tiene deudas.
Los gastos para el año que terminó el 30 de abril fueron de un total de US$172 millones de los fondos restrictos e irrestrictos comparados con los US$141 millones del último año fiscal.
Si miramos más detenidamente los gastos, los gastos operativos netos fueron de US$105 millones y los gastos por proyectos de capital fueron de un total de US$67 millones.
Si comparamos los dos últimos años fiscales, hemos presupuestado un aumento de US$6 millones en gastos operativos netos para responder mejor a las demandas de hoy y planeamos un aumento de US$25 millones para cuidar de bienes de capital necesarios.
Veamos ahora el gasto de capital de US$67 millones.
US$24 millones, cubrieron la mayoría de los gastos de modernizar los lugares de trabajo de los empleados, y reemplazar lo que se había instalado hace 30 años.
US$16 millones, fueron invertidos en otros proyectos, tal como la modernización de los sistemas eléctricos y mecánicos, los ascensores, baños y techos.
US$4 millones, se pagaron por proyectos de tecnología; y
US$23 millones, fueron usados para construir y arreglar cuatro pisos de La Biblioteca Mary Baker Eddy para el Adelanto de la Humanidad.
La Biblioteca Mary Baker Eddy para el Adelanto de la Humanidad
Las contribuciones a la Biblioteca desde que se creara han sido de un total de US$1.4 millones.
La Junta Directiva de la Christian Science está muy agradecida por la generosidad de miembros y amigos.
Auditoría
La firma de auditores ha completado sustancialmente su auditoría de este año y, si no se presenta alguna situación imprevista e improbable, tiene la intención de presentar una auditoría limpia. Esto quiere decir que nuestros libros de contabilidad están en total cumplimiento con los principios contables generalmente aceptados.
El informe final estará disponible a principios de agosto.
Mirando al futuro
En este año fiscal, que comenzó el 1° de mayo, hemos dado los pasos necesarios para disminuir el aumento en los gastos operativos, y el gasto de capital será mucho menor. El presupuesto de capital es de US$27 millones para el año fiscal 2003.
Como anunciamos el año pasado, estamos manteniendo abierto el Fondo de Restauración y Renovación para quienes deseen contribuir con fondos para los proyectos de capital adicionales que sean necesarios.
Se necesita mayor apoyo financiero
Como pueden ver en este informe, tenemos mucho que lograr para poder responder adecuadamente a las necesidades de capital y a un mundo que busca espiritualidad. En el Informe de Progreso de la Capitación de este año les hemos pedido que consideraran aumentar sus contribuciones, para ayudar a que La Iglesia Madre se mantenga a la altura de la demanda.
Gracias a todos los que respondieron, incluso aquellos que hacen donaciones mensualmente a través de tarjetas de crédito o transferencias electrónicas.
Cuando la Sra. Eddy enfrentaba momentos en que aumentaban los gastos, por ejemplo cuando fueron construidos el Edificio Original y la Extensión de La Iglesia Madre, ella hizo saber la necesidad y los miembros dieron el dinero. El presente informe está dando a conocer la necesidad hoy.
Al avanzar juntos, no podemos menos que responder a un mundo que clama en busca de consuelo y curación.
La abundancia generosa de Dios
La Sra. Eddy sabía que tenía una fuente divina a la cual recurrir para poder dar a la humanidad lo que necesita. Nosotros también.
Informe de la Secretaria
Mary Baker Eddy vio la demanda espiritual y su vida misma fue un ejemplo de cuidado y respuesta cristiana. Cuando viajó a Chicago en 1884 fue, como ella dice “en respuesta al imperativo llamado de la gente de allí y a mi propio sentido de la necesidad...” “...en tres semanas enseñé una clase de 25 alumnos, di conferencias... en salones llenos, obtuve 20 suscripciones a mi Journal, y vendí cerca de treinta ejemplares de Ciencia y Salud”.Manual de La Iglesia Madre, Art. XXXIII, Sec. 2.
La Iglesia hoy
Hoy en día los miembros están escuchando ese “llamado imperativo de la gente” y respondiendo con resultados sanadores. He aquí algunos ejemplos:
Está aumentando el número de conferencias en lugares públicos. El año pasado, 47.000 personas nuevas asistieron a conferencias de la Christian Science, y sabemos que se compraron 17.500 ejemplares de Ciencia y Salud en esos eventos públicos.
Hace diez años, tan sólo un puñado de Salas de Lectura auspiciaban stands en simposios. Pero durante los últimos dos años, representantes de las Salas de Lectura asistieron a más de 1.000. Y los bibliotecarios cuentan que un aumento significativo de gente nueva llega a sus Salas de Lectura.
Una Organización de la Christian Science muy nueva de una universidad, en rápida respuesta a una necesidad en particular, organizó una conferencia en menos de una semana. Cientos de ejemplares de Ciencia y Salud están ahora en manos de estudiantes y profesores de universidades.
Y ¿cuál es el resultado natural de que los corazones hambrientos encuentren la Christian Science mediante estas actividades? ¡La curación! Durante este año pasado, a través de la actividad de las Salas de Lectura, y las respuestas diarias en la comunidad, los buscadores de espiritualidad han contado de curaciones de depresión, diabetes, cáncer, obesidad, parálisis, tiroiditis, problemas matrimoniales, tumores, la desaparición del deseo de cometer suicidio, adicción al tabaco, huesos dislocados y asma.
La Iglesia de Cristo, Científio está creciendo y progresando; se está moviendo con amor y fortaleza hacia el siglo XXI.
Los medios para responder
La vida de la Sra. Eddy fue una respuesta completa y sincera a las necesidades de la humanidad. Y ella nos dio, en los estatutos de su Manual de la Iglesia, los medios apropiados para que respondamos hoy con tanta audacia como ella.
Ésa es nuestra vigilancia. ¿Qué más podemos hacer para informar a la humanidad de que el Consolador ya está aquí, al alcance de todos, en todas partes?
Todo un año viajando
Presidenta saliente de La Iglesia Madre
Durante los últimos nueve meses, he tenido el privilegio de reunirme con miembros de 27 países para explorar el gran despertar espiritual de hoy. Dondequiera que iba, de Argentina a Japón, de Alemania a Rusia, y otros puntos entre medio, pude sentir y ver directamente el anhelo por las cosas del Espíritu. Yo había viajado por el mundo antes, pero en esos pocos meses vi una apertura nueva, gente dispuesta y ansiosa por hablar sobre la curación espiritual, la oración y Dios. Mis viajes me reconfirmaron que no puede haber un mejor momento para dar a conocer a la humanidad el mensaje del Consolador.
En Indonesia, los miembros llevaron comida y Ciencia y Salud a las víctimas que habían tenido que abandonar sus hogares debido a una inundación. La gente estaba tan contenta de recibir el libro que lo tomaron primero, antes que la comida, para sorpresa de los socorristas.
En Milán, el técnico de audio que preparó el equipo para nuestra reunión, pidió un ejemplar de Ciencia y Salud. En Atenas, nuestro intérprete profesional no veía el momento de comprar un ejemplar. Y en el hotel en la India, todo el equipo nocturno del centro comercial tomó turnos para leer el libro.
Durante la reunión en Montevideo, Uruguay, un miembro me contó que le había dado un ejemplar del libro a un compañero de trabajo. Lo hizo con toda discreción y después de orar mucho. Sin embargo, el compañero entusiasmado se lo mostró a todos en la oficina. La gente entonces vino a verlo y se quejó diciendo: “¿Por qué no me diste un ejemplar a mí también?” De modo que tuvo que llevar ejemplares para todos.
En Brasil, los miembros han distribuido ejemplares de Ciencia y Salud y del Heraldo en portugués en la calle después de los partidos de fútbol. Conocí un nuevo miembro que así conoció la Christian Science.
Tenemos que comprender que no somos simples observadores de este gran despertar espiritual de hoy en día. Cada uno de nosotros alrededor del mundo forma parte vital del mismo.
Informes del Movimiento
Suiza
Irma Duss habló en su nativo alemán suizo. En la pantalla apareció una traducción al inglés para que el público lo pudiera leer.
Cuando era chica pensaba que todos debían tener un propósito específico en la vida, una misión. Me encantaba orar, y servir a Dios se transformó en mi meta. Pero después, mi pensamiento se alejó de eso. Practiqué meditación durante años para encontrar el propósito de mi vida, pero no llegué a ninguna parte.
Toda mi vida me había hecho estas preguntas: “¿Puede acaso alguien sanar como Jesús lo hacía? ¿Dónde puedo encontrar esto? ¿Quién me lo puede explicar?” Quería encontrar un cristianismo que fuera práctico y eficaz. Fue entonces cuando me diagnosticaron cáncer. Yo no deseaba recibir ningún tratamiento médico. Ansiaba sanar de la manera que Jesús sanaba, puesto que sentía que eso entrañaría mucho más que una curación física. Un día vi un aviso de una conferencia sobre la curación en la Christian Science. Al reflexionar sobre las palabras Ciencia y curación pensé que podía ser una explicación de la manera en que Jesús sanaba. Cuando la conferenciante levantó en alto Ciencia y Salud supe instantáneamente que era lo que yo tanto había buscado. Salí de la conferencia con mi propio ejemplar del libro.
La lectura de Ciencia y Salud me dio un enorme sentido de libertad. Me dije: “Está todo en este libro. La curación es posible”. Una vez que uno sabe eso, la mitad del trabajo está hecho. Este nuevo concepto, de que todos somos los hijos perfectos de Dios, provocó un cambio. Miraba a la gente de manera diferente. Me sentía contenta y alegre. Después de tres meses, me hice otro análisis por el cáncer y recuerdo que el médico se mostró muy sorprendido. Estaba completamente sana y lo sigo estando.
Mi curación se produjo mediante la lectura de Ciencia y Salud, pero yo quería conocer a la autora. Empecé a leer algunas biografías, y me enteré de que Mary Baker Eddy tuvo el valor de resolver las cosas por medios nada convencionales. Era radical y eso me ayudó.
Al conocer mejor su vida descubrí cuál era mi propósito en la vida, es decir, ayudar a la humanidad, ayudar a los demás a ayudarse a sí mismos, y seguir, en cierto grado, los pasos de la Sra. Eddy en este camino de amor. Fue maravilloso compartir con alguien Ciencia y Salud, y decir “Esto es todo lo que necesitas. Simplemente lee el libro y tu vida cambiará”. A la gente le gusta eso. Ciencia y Salud hará que surja lo mejor en las personas. Compartir el libro es una expresión de amor. Cambiará el curso de la vida de alguien.
En los últimos años, he distribuido 48 ejemplares de Ciencia y Salud mayormente a amigos y conocidos, pero también a dos sacerdotes y gente de muchas denominaciones religiosas. Me gustaría que toda la humanidad tuviera la certeza de que la curación es posible.
Siempre que tengo algún desafío pienso en el valor y la visión de Mary Baker Eddy. Una vez que uno hace eso, como que se supera a sí mismo o en su profesión. Uno crece para responder a las necesidades de la humanidad. Me siento orgullosa y humilde de formar parte de esta misión de llevar el mensaje de la Christian Science a la humanidad.
EUA
,De Chico asistí a la Escuela Dominical de la Christian Science. Pero cuando era adolescente dejé de ir. En mi último año de la secundaria, empecé a tomar drogas. Y al año tomaba drogas todos los días.
Al aumentar el uso de la droga, mi vista y mi memoria se vieron afectadas. Cuando me convocaron para hacer el servicio militar, los médicos me dijeron que tenía un serio problema al corazón y otras complicaciones, todas relacionadas con las drogas. Uno de los médicos me dijo: “Serás muy afortunado si estás vivo en unas semanas”.
Una noche, muy poco después, me encontraba tirado en el piso con mucho dolor; de manera intermitente perdía y recuperaba la conciencia. Yo no tenía tanto miedo de morirme como el de no saber cuál era mi propósito en la vida. De pronto, de dentro de mi ser escuché las palabras: “Dios, necesito que me ayudes”. Yo no sabía quién era o dónde estaba Dios, pero desde el fondo de mi corazón le prometí a Dios que si me permitía vivir, seguiría buscando hasta encontrarlo. En ese momento me embargó una profunda calma. Poco después, me quedé profundamente dormido. Los adictos a las drogas no duermen en paz, así que me di cuenta de que esto era el comienzo del cambio.
A partir de ese momento, sentí el impulso de comunicarme con un practicista de la Christian Science, quien me dio Ciencia y Salud; fue mi reencuentro con el libro. Yo anhelaba conocer a Dios, pero no sabía que sería a través de un libro.
Intuitivamente, supe que Ciencia y Salud sería mi consejero, mi guía en el camino. Leí la primera página del capítulo de la oración 16 veces seguidas. Y finalmente comenzó a tener sentido para mí.
Esos primeros días en que trabajé con el practicista y leí la Biblia y Ciencia y Salud fueron muy poderosos. Al cabo de una semana, me sentía totalmente “nuevo”; nací de nuevo, sin ninguna adicción ni problema al corazón. Mi vista era perfecta y mi capacidad mental estaba completamente restaurada.
Al principio, usaba Ciencia y Salud sólo pensando en mí. Era mi jornada, mi salud, mi nueva vida. Pero lo que ocurre con el uso continuo del libro es que uno no puede caminar con Dios y pensar sólo en uno mismo. Y a medida que nos sentimos más cerca de Dios, la resistencia a compartir el libro con los demás disminuye.
A lo largo de los años, he disfrutado mucho de estudiar Ciencia y Salud. Pero más allá de hablar con mis amigos de la iglesia, muy rara vez lo compartía con otras personas. En los dos últimos años, se ha producido un cambio. He comenzado a dárselo a quien realmente cuenta, el público. A veces uno se siente raro o incómodo al hacerlo. Pero estoy aprendiendo a permitir que el libro hable por sí mismo. A veces da miedo estar allá afuera colgando de una rama, pero es allí donde está el fruto. Hay ocasiones en que cuanto menos uno diga mejor es. El otro día estaba hablando con un señor afuera de nuestra iglesia, y yo le estaba diciendo esto y aquello del libro, hasta que finalmente él me interrumpió y me dijo: “Lo único que quiero es comprar el libro”.
El compartir la Christian Science es más importante que preocuparnos de si se siente uno temeroso o inadecuado.
Me está tomando cierto tiempo comprender más plenamente a Mary Baker Eddy y qué significa que haya dedicado su vida a Dios. Muchos de nosotros contemplamos el fin de su vida con sus grandes logros, y al ver eso es fácil idolatrarla. El problema con eso es que uno eleva a alguien a un lugar tan alto que es fácil excusarse de ser responsable de producir los mismos resultados que los que ella obtuvo. Estudiar su vida me ha ayudado a comprender que lo que ella hizo para escalar una cuesta tan empinada es algo que todos tenemos que hacer.
No creo que podamos apreciar a la Sra. Eddy o producir los resultados de que todos somos capaces hasta que nosotros mismos no empecemos a escalar esa misma cuesta. Y lo hacemos cuando estamos trabajando activa y visiblemente en el frente de batalla.
EUA
Hace Cuatro años la vida era muy difícil para mí. Yo tenía una enfermedad crónica incurable, y mi hija más chica, que había nacido con necesidades especiales, estaba con frecuencia en el hospital. Toda la familia estaba en constante estado de temor y depresión. Realmente no había esperanza en mi vida. Pensaba que Dios me había rechazado, que mi búsqueda de Dios había terminado.
Un día de casualidad encontré en la televisión un programa de la Christian Science sobre el estudio de la Biblia. A través de ese programa conocí a Mary Baker Eddy y Ciencia y Salud. El mensaje de esperanza que traía me atrajo mucho. Pero en aquel entonces yo no estaba intersada en comprometerme con una iglesia y era muy cautelosa en lo que a religión se refiere. Por eso era tan importante para mí saber sobre la Sra. Eddy: de dónde venía ella, cómo había recibido ese mensaje. Estaba basando mi estudio en lo que descubriría sobre su vida. Fui a la biblioteca y después de leer un par de libros sobre la Sra. Eddy, me resultó claro que Dios estaba trabajando con ella, efectuando la curación.
Fui a una Sala de Lectura, compré Ciencia y Salud y empecé a estudiar. Al principio no me resultaba fácil comprender lo que leía. Pero yo necesitaba con desesperación alguna esperanza y un amor que me alentara. Ansiaba tanto comprender que Dios es Amor, estaba tan sedienta de recibir ese mensaje, que no podía dejar de leer el libro. Al continuar leyendo, empecé a comprender el mensaje. Cada vez que leía el libro aprendía algo nuevo. Que la vida no tenía por qué ser tan desdichada. Que la vida realmente tiene un propósito. Yo había leído la Biblia toda mi vida, y nunca había tenido esa comprensión hasta que leí Ciencia y Salud
En algún momento, mientras leía ese libro, me di cuenta de que no necesitaba tomar medicamentos. Y a medida que aprendí a confiar en Dios, mi hija comenzó a quedarse menos tiempo en el hospital, y esas visitas se hicieron cada vez más esporádicas hasta que no tuvo que hacerlo más. Ahora toda mi familia está sintiendo mucha más paz y buena salud. El saber que Dios es Amor y está siempre presente, nos ha liberado de la depresión y del gran temor, de la preocupación y el estrés que había afectado a toda la familia.
Resulta interesante destacar que aunque yo vivo en New Hampshire no sabía nada acerca de Mary Baker Eddy. Saber de dónde venía esta señora y lo que logró superar, fue fundamental para mi estudio de su libro. Realmente me pude identificar con la historia de su vida. Toda mi vida había estado buscando la verdad, tratando de comprender mi existencia. Y la verdad es que pude ver que, así como Dios trabajó con ella, Él podía trabajar conmigo.
Ciencia y Salud es lo mejor que me ha pasado en la vida. Lo he compartido con mi familia y mis amigos. Cada día le pido a Dios que me indique cómo puedo dárselo a otras personas. Me tomó un par de años sentir que estaba lista para afiliarme a la iglesia. Ahora forma parte de mi vida y me da muchas alegrías. El trabajo que hago en la iglesia me ha traído muchas bendiciones, por las que estoy muy agradecida.
Todo lo que es valioso para mí en la vida lo obtuve a través de la Christian Science. Mi hija, mi familia y yo estamos muy agradecidos.
Informe del Comité de Publicación
Gerente
Al Verlos hoy aquí veo un equipo de gente que trabaja a nivel mundial respondiendo a las necesidades de la humanidad, y ¡con el poder de actuar!
¿Qué debe hacer este equipo? Nuestras instrucciones provienen de la Sra. Eddy misma. Podríamos decir que ella fue el primer Comité de Publicación. Ella daba con frecuencia instrucciones sobre cómo trabajar con los medios de comunicación. Entre ellas se encuentran:
Uno: “Digan lo que es verdad de su Guía, y esa Verdad neutralizará el error hasta eliminarlo”. L09485, a la Asociación de Científicos Cristianos, 14 de marzo de 1888.
Dos: “Nada puede hacer más daño a nuestra Causa que el silencio que se guarda respecto al carácter de su Guía. Este silencio está haciendo que la prensa publique... mentiras. L00294, carta a William B. Johnson, 25 de enero de 1902.
Tres: “Oren una vez por día por los principales Redactores de las publicaciones periódicas más importantes de su ciudad”. Véase L02605, carta a los Primeros lectores, 24 de febrero de 1900.
Juntos estamos comenzando a romper el silencio. Hemos recibido muy conmovedoras historias contándonos que los miembros de la Iglesia han escrito para diarios por primera vez y están apareciendo en la radio y en la televisión. Después del 1 1 de septiembre diarios de Europa, África, Australia y Norteamérica publicaron el mensaje de La Junta Directiva de la Christian Science.
A fines del año pasado, un Ayudante del Comité en los Estados Unidos comprobó el poder de la oración. Ella se comunicó con un periodista religioso y le pidió que publicara un informe de prensa sobre Ciencia y Salud. Pero nada ocurrió. La señora oró, y una semana después publicaron el informe de prensa.
Tienen que saber que como miembros de un equipo de respuesta mundial ustedes también pueden orar, superar el silencio, y decir lo que piensan. Ustedes son necesarios.
Al hacer esto abrirán el camino a generaciones futuras para que ellos también sean tocados y sanados por el Consolador.
Colección de la Biblioteca Mary Baker Eddy para el Adelanto de la Humanidad
Ivonne: Yo trabajé en los Archivos desde 1971 al 2000. Anteriormente había trabajado arreglando los Archivos Históricos en la colección Mary Baker Eddy.
Poco a poco, me di cuenta de lo vasta que era la colección. Es realmente un tesoro nacional, la colección más grande de cualquier mujer estadounidense con excepción de Eleanor Roosevelt.
La colección continúa creciendo a medida que recibimos nuevas cartas y objetos memorables.
Trinka: He realizado investigaciones en bibliotecas de Inglaterra y Estados Unidos, pero nunca vi una colección personal que se pueda comparar con ésta, no sólo por el tamaño sino por el alcance de la misma. Y está todo aquí, es un tapiz de su “luz y vida”.
Cuando vine a trabajar con la colección por primera vez a principios de la década de 1990, me di cuenta de que la misma no estaba catalogada. Y está todavía bastante inexplorada. Recuerdo cuando entré por primera vez a la caja de seguridad donde se guardan los documentos más privados de la Sra. Eddy. Había hileras y más hileras de cajas grises y carpetas rojas. Y yo deseaba tanto descubrir qué ricas vislumbres espirituales contenían.
Ivonne: A mí me encantaron las cartas que la Sra. Eddy les escribió a sus estudiantes, y a los lectores de Ciencia y Salud que le escribían.
Ella siempre ponía énfasis en el Amor. Decía que era el Amor el que sanaba. Y la persistencia. Aquellos documentos aumentaron mi propio compromiso personal para sanar.
Trinka: Lo que más me impresionó de la colección fueron las Biblias de Mary Baker Eddy. ¡Había más de 40! Prácticamente cada traducción contemporánea que existía.
Ella tenía una edición facsímil de la Biblia de Wycliffe de 1382, por ejemplo, donde había marcado con un círculo en lápiz las palabras “Ciencia y Salud” — el título de su libro — en el texto.
La colección de Biblias de La Iglesia Madre incluye alrededor de 400 Biblias históricas únicas en su género, entre ellas la primera edición de la Biblia King James de 1611. ¡Sólo existen unas diez en el mundo!
Ivonne: Uno puede ver tan claramente lo que su descubrimiento significaba para la Sra. Eddy. Nunca fue para ella misma. ¡Este descubrimiento era para el mundo!
Trinka: Y también estaba su sentido del humor. Muchas de sus cartas tienen algún toque divertido, un juego de palabras o alguna historia muy informal.
Ivonne: Con los años comencé a ver que sería importante abrir algún día la colección Mary Baker Eddy al público. Las biografías no son suficientes. Lo sé. Yo escribí una. Nada habla como el material original. Nada.
Trinka: Es por eso que creo tan profundamente que esta colección servirá a quienes buscan la Verdad en todas partes. Y hará tanto para satisfacer la búsqueda de espiritualidad de la humanidad.
Mensaje de La Junta Directiva de la Christian Science
Hace Dos Años, durante la Asamblea Anual, La Junta Directiva de la Christian Science los invitó a venir a la apertura de La Biblioteca Mary Baker Eddy para el Adelanto de la Humanidad. El registro de la vida de Mary Baker Eddy es un tesoro que ha estado bastante oculto durante muchas décadas.
En cierto sentido, la Biblioteca Mary Baker Eddy es una autobiografía gigantesca. Al leer esta “autobiografía” la gente podrá conocer mejor a la Sra. Eddy en sus propios términos. Es hora de permitir que la Sra. Eddy nos hable a nosotros y al mundo, directamente.
Paso a paso, a lo largo de los últimos doce años, hemos descubierto mucho mejor la vida de la Descubridora, y es muy claro que la vida y luz de Mary Baker Eddy necesita ser conocida y comprendida para que sea apreciada correctamente.
La sustancia de la Biblioteca se encuentra en la luz y vida de Mary Baker Eddy. Ella misma hace uso de esas dos palabras, luz y vida, en una provocativa nota que incluyó en una carta que le escribió a un estudiante, Edward Kimball en 1893. Ella escribe:
“Que el mundo me comprenda a mí en mi propia luz y vida haría más por nuestra Causa que ninguna otra cosa. Aprendí esto del hecho de que el enemigo se esfuerza más por ocultar estas dos cosas del mundo, que por ganar en otros aspectos. Asimismo, la vida y carácter de Jesús cuando apareció por primera vez, fueron tratados de la misma manera. Y lamento ver que estudiantes leales no estén más conscientes de esta gran demanda y enfrenten, en la medida de lo que puedan, las tácticas del enemigo”.
“Que el mundo me comprenda a mí...” Ella no dice sus estudiantes o los miembros de su iglesia, ni los lectores de Ciencia y Salud, o la gente de Boston, ni cristianos o estadounidenses, ella dice el mundo. Si la Sra. Eddy comenzó como “hija de Nueva Inglaterra”, se transformó luego en “ciudadana del mundo”, en alguien a quien el mundo necesitaría conocer.
¿Será acaso que su “verdadera luz” es la revelación de sus ideas, su descubrimiento de la Christian Science? ¿Será que deberíamos considerar que su verdadera vida es la prueba de que sus ideas son prácticas? La luz — las ideas. La vida — la prueba.
Hoy, ahora mismo, comienza la oportunidad de conocer más de la luz y vida de Mary Baker Eddy. Con esa oportunidad está la obligación de escuchar y actuar con sabiduría respecto al llamado a estar alertas que ella da a los “estudiantes leales”, de estar más conscientes para enfrentar “las tácticas del enemigo” que se esforzaría por ocultar la luz y vida de la Sra. Eddy.
En otras dos cartas que escribió a ayudantes en quienes confiaba, ella incluyó palabras similares. En 1899 le escribió a William McKenzie acerca del avance de la Ciencia diciendo que nuestra Causa progresa gracias a la “correcta percepción acerca de su fundadora”. Y ella a continuación incluye nuevamente una advertencia respecto a la necesidad de estar en guardia contra la oposición de la “mente malvada”.
En una carta que escribió en 1902 al Juez Hanna y esposa, la Sra. Eddy habla de la necesidad de presentar su “verdadero carácter al público”. Y ella continuó su advertencia sobre la oposición que presentaría el “Malvado”.
La constante es clara en las tres cartas que fueron escritas a tres personas diferentes en un período de nueve años.
En su alocución de Comunión de 1899, la Sra. Eddy da claras instrucciones sobre la necesidad de estar en guardia contra el mal. Ella escribió: “Absteneos de controversias en público, corregid lo falso con lo verdadero; luego dejad que se propague esto último. Vigilad y guardad vuestros propios pensamientos contra las sugestiones del mal y contra la mala práctica mental maliciosa, totalmente desleal a las enseñanzas de la Christian Science”.The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 305.
El amplio alcance de esta Asamblea Anual necesitaba de las oraciones y de la presencia de ustedes. Requiere de su propia luz y vida, de su propia habilidad para ser testigos de la curación y del desarrollo espiritual. Estamos juntos en un viaje, compartiendo un momento fundamental en la historia de la humanidad. Estamos muy agradecidos de su compañía y unidad en este camino hacia el cielo. Si bien cada uno de nosotros se mueve individualmente, con sus propios pensamientos y esfuerzos, tratando de resolver su propia salvación con Dios, juntos nos transformamos en un grupo de adoradores, sanadores y colaboradores sumamente poderosos para una humanidad que busca espiritualidad. Nos sentimos muy cerca de nuestra Guía al dar este riesgoso paso con la nueva Biblioteca para ayudar a quitar el polvo de la luz y vida de Mary Baker Eddy.
Este tesoro, o sea la luz que brilla de la vida de la Sra. Eddy, ya no se puede ocultar. El ejemplo de su vida debe ser compartido con el mundo. La descubridora del Consolador ya no puede mantenerse oculta de la misma forma que el Consolador prometido ya no se puede mantener oculto.
En su carta a la Asociación Nacional de Científicos Cristianos de 1888 ella les hizo una demanda a sus propios estudiantes: “No permitáis que ninguna circunstancia altere o predomine sobre vuestro propósito de estar en Chicago el 13 de junio. Firmes, en vuestra fidelidad al reino de la armonía universal, id en su socorro. En la hora de Dios se prueba que los poderes de la tierra y del infierno son impotentes”. H. Cornell Wilson, Informe Anual del Comité de Publicación para Nueva York, 1906. Su liderazgo dice, vayan al rescate de la armonía universal.
No podemos insistir lo suficiente en la urgente demanda de respuestas espirituales que se está produciendo, para cambiar el desolado cuadro material.
Gente de todos los niveles sociales, culturas y lugares anhelan recibir ayuda y curación. ¿Cuáles son los recursos que tocan las heridas de la sociedad y sanan el corazón?
Algunos de estos recursos son respondidos aquí mismo en estos auditorios.
El recurso principal de la humanidad, junto con la Biblia es Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras. ¿Cuántas veces hacemos una pausa para considera el poder y el potencial del mensaje que contiene Ciencia y Salud para transformar la vida de los individuos y del universo?
Julia M. Johnston, autora de una biografía llamada Mary Baker Eddy, Her Mission and Triumph, comprendió la magnitud de haber publicado Ciencia y Salud, y la describe de la siguiente manera:
“Con la publicación de Ciencia y Salud fue lanzada la revolución más trascendental en la historia del pensamiento del mundo desde la época del Nazareno.
“No pone al hombre en contra de su prójimo, sino a cada hombre en contra de los errores que hay en su propio pensamiento. Este cambio mental fue sumamente valioso porque destruye las falsas premisas en la religión, la ética, la medicina y el gobierno. Dio paso a que se entronizara la realidad divina en el individuo, y finalmente en la experiencia humana universal. Ha venido para bendecir a todos los hombres. Avanzando con impulso divino, esta revolución mental era y es, irresistible”.
Una revolución mental irresistible —¿podrá ser que estamos viendo, y el mundo está sintiendo, los efectos de hoy en día? ¿Podrá ser que es esto lo que está causando la búsqueda de espiritualidad que vemos hoy en el siglo XXI?
Sabemos que la Sra. Eddy previó la increíble búsqueda y transformación de un pensamiento lleno de creencias materiales a la búsqueda y comprensión espiritual. Y ella sabía y veía el efecto leudante que tiene Ciencia y Salud, tanto al provocar la demanda de respuestas espirituales como al responder a esa misma demanda. Ella escribió:
“¿Es demasiado decir que este libro está leudando toda la masa del pensamiento humano? Se pueden encontrar sus enseñanzas en cada paso de progreso mental y espiritual, en el púlpito y en la prensa, en la religión y la ética, y encontrar estos pasos progresivos o bien escritos o bien indicados en el libro. Ha hecho ascender el pensamiento en el veloz y poderoso carro del Amor divino, que hoy está circundando al mundo entero” (Miscellany, pág. 114)
“El Amor divino, que hoy está circundando al mundo entero”. El efecto de ese circundar trae consuelo, tranquilidad y curación. Cada uno de nosotros tiene un lugar dentro de la bondad de ese Amor que todo lo incluye.
Nuestra fe tiene cada vez más esperanza, confianza y convicción de que esas palabras escritas por la Sra. Eddy brindan apoyo y sanan. Y para cada lector de su libro, la Sra. Eddy escribe igualmente palabras muy tranquilizadoras:
“Siento que tienen en mi libro Ciencia y Salud el ancla de su ser que probará ser seguro y firme en calma o tempestad”.
Con estas palabras de aliento sabemos que estamos preparados para realizar la tarea, y cumplir con las demandas del momento. El ancla de nuestro ser está en el lugar correcto para todos los tiempos y el Amor divino nos rodea a nosotros y a todo el mundo.
La Presidenta Ivonne von Fettweis concluyó la reunión invitando a todos a cantar el Himno N° 30 del Himnario de la Christian Science.
CIENCIA Y SALUD
El Consolador habla al corazón de cada uno de nosotros
Introducción
La tarde del día en que se celebró la Asamblea Anual 2002 y Simposio, 33 nuevos lectores de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, de varios países, entre ellos, Uganda, Brasil, Alemania, España, México y los Estados Unidos, se reunieron en el escenario en la Extensión de La Iglesia Madre para contar el efecto que Ciencia y Salud ha tenido en sus vidas. Esos 33 nuevos lectores eran o habían sido médicos, sanadores holísticos, miembros del clero y estudiantes universitarios. Todos ellos buscaban espiritualidad y hablaron con toda sinceridad sobre cómo encontraron el libro y lo que ha significado para ellos.
El moderador John Hueffner, practicista y maestro de la Christian Science de Dallas, Texas, Estados Unidos, hizo una breve introducción a la celebración del centenario del capítulo titulado “Los frutos de la Ciencia Cristiana”.
Desde Que Mary Baker Eddy publicó por primera vez Ciencia y Salud en 1875, los lectores han contado y escrito sus historias sobre cómo sus vidas han sido sanadas y transformadas tan sólo con la lectura de este libro.
La Sra. Eddy escribió en 1885 en “Historical Sketch of Metaphysical Healing”: “Desde que se publicó Ciencia y Salud, he estado constantemente recibiendo cartas informándome que la gente se está sanando a sí misma y a otros mediante el conocimiento que adquieren de ese libro. Yo sabía que así sería, y por eso lo escribí”. L11297, carta a H. Cornell Wilson, 15 de enero de 1907.
Este año se cumple el centenario del capítulo titulado “Los frutos de la Ciencia Cristiana”.
Veamos ahora los comentarios de algunos de los nuevos amigos que representan tan sólo unos pocos de los muchos lectores que han encontrado Ciencia y Salud por primera vez en la última década.
Leen el libro por primera vez
Antes de encontrar Ciencia y Salud en 1992, yo era enfermero. Practicaba el budismo Zen y estaba luchando con la depresión y tendencias suicidas. No tenía mucha esperanza. Una colega me recomendó Ciencia y Salud y yo lo compré en una Sala de Lectura de la Christian Science. Cuando comencé a leerlo algo muy dentro de mí me dijo que esto era la verdad. Entonces la depresión y las tendencias suicidas desaparecieron. La persistencia de Mary Baker Eddy me impresionó mucho. Ella nunca perdió la esperanza. Ahora soy enfermero de la Christian Science.
Rottweil, Alemania
Fui criada en Japón, donde me enseñaron la tradición budista y shinta. Aunque yo no era cristiana, asistí a una escuela católica durante 14 años. En 1993, después de vivir en los Estados Unidos por algún tiempo, asistí a un servicio de la Christian Science para escuchar cantar a una amiga “Amazing Grace”. Fue entonces que conocí Ciencia y Salud. He tenido muchas curaciones, y participo de muchas actividades en la comunidad, compartiendo ideas de Ciencia y Salud con mis amigos y pacientes, puesto que ahora soy practicista de la Christian Science y me anuncio en The Christian Science Journal y en El Heraldo de la Ciencia Cristiana. He compartido el libro tanto en inglés como en japonés con mucha gente, incluso con uno de los oradores que van a escuchar hoy.
Boalsburg, Pennsylvania, EUA
Siento que no viví plenamente hasta que comencé a leer Ciencia y Salud. Tuve una crianza tradicionalmente mente cristiana, y de adulta investigué algunas de las prácticas espirituales alternativas. Cuando un amigo me dio Ciencia y Salud por primera vez, realmente me resultó muy difícil leerlo. Recién llegué a apreciar el libro cuando leí el capítulo “Los frutos de la Ciencia Cristiana”. Sentí que estaba en compañía de muchos otros que habían vivido las ideas del libro. Como Fujiko, tengo una nueva profesión como practicista de la Christian Science. También compartí el libro con mi esposo.
State College, Pennsylvania, EUA
Soy el esposo de Jessie. Cuando ella me dio a conocer Ciencia y Salud, yo no me consideraba un buscador de la Verdad. Pero me sentía frustrado porque no lograba progresar en mi comprensión espiritual, y no sabía cómo responder algunos de los problemas más difíciles de la vida. Al observar el positivo impacto que estaba teniendo el libro en la vida de Jessie, comencé a comprender el poder de su aplicación práctica. Ciencia y Salud me ha abierto una nueva puerta a la aplicación práctica de la ley espiritual.
State College, Pennsylvania, EUA
De Chica a menudo me enfermaba y me sentía temerosa. Pero mi familia en la India me crió con una fuerte confianza en Dios. Alguien me dio un ejemplar de Ciencia y Salud en 1994. Al principio no lo leí. Luego leía un poco aquí y allá. Pero a medida que comencé a comprender mejor Ciencia y Salud, descubrí que la simple lectura me había sanado. Hace poco sané de un dolor menstrual recurrente. También sané de asma. Cada vez que leo Ciencia y Salud encuentro algo nuevo y más profundo que me da constantemente más amor y alegría.
West Roxbury, Massachusetts, EUA
Mi Hermana me dio mi primer ejemplar de Ciencia y Salud en 1994, cuando estábamos viviendo en Kenya. Yo siempre había sido un hombre de pensamiento espiritualizado y ávido estudiante de la Biblia. Ciencia y Salud me ayudó a aumentar mi entendimiento y estudio de la Biblia. Este libro ha cambiado mis metas en la vida, y todos los días tengo alguna forma de curación. Este libro me da fortaleza y consuelo. He tenido muchas experiencias maravillosas a través de la lectura de Ciencia y Salud. No soy la misma persona que era antes de leer este libro. Estoy agradecido a mi hermana por habérmelo dado. Hoy los dos somos enfermeros de la Christian Science.
Springdale,
Arkansas, EUA
Soy originario de Inglaterra. Hacía unos tres años que vivía en los Estados Unidos cuando encontré un libro en la biblioteca sobre la curación espiritual que trataba especialmente sobre la Christian Science. Después de leerlo, pensé: “Si esta curación de la Christian Science es real, ¿por qué no leo sobre ella en los diarios todos los días?” Entonces regresé a la biblioteca y encontré Ciencia y Salud. Lo pedí prestado y lo leí completo dos veces. Yo había trabajado en una librería sobre metafísica, y después de leer tantos otros libros sobre espiritualidad, fue refrescante leer Ciencia y Salud. Sus ideas eran muy precisas y lógicas. Y estaba lleno de respuestas prácticas. A mí me habían diagnosticado depresión crónica, y había participado en seminarios para controlar el problema. Los psiquiatras me dijeron que la única manera de “controlar” esa enfermedad era tomando medicamentos constantemente. Yo sané mediante mi estudio de Ciencia y Salud.
Minneapolis, Minnesota, EUA
En Mi Vida he sido miembro de muchas denominaciones religiosas. Yo estaba buscando sustancia espiritual, algo práctico y útil. Cuando un amigo me dio un ejemplar de Ciencia y Salud supe que había encontrado lo que había estado buscando. Podía estudiar y aplicar lo que aprendía por mi cuenta, sin ningún intermediario. Me encantó el hecho de que uno podía orar en silencio y hablar naturalmente con Dios.
He tenido muchas curaciones, y me encanta compartir este libro con la gente. Siempre que salgo de casa con un ejemplar de Ciencia y Salud regreso sin él.
Mary Baker Eddy era tan radical para su época, pero nunca se dio por vencida, y ése es el lema de mi vida. Ahora estoy a cargo de un centro de comunicación en mi ciudad que incluye una Sala de Lectura de la Christian Science. Es un lugar donde la gente de todos los niveles sociales se puede reunir para hablar sobre ideas espirituales.
Kampala, Uganda
Mi compañera de cuarto en la universidad me dio a conocer Ciencia y Salud en 1995. Estaba pasando por una época muy difícil y me preguntaba por qué tenía yo que ser buena cuando veía a tanta gente en posiciones respetables que no lo eran. Como resultado de ello comencé a tomar drogas y no tuve buenas relaciones con la gente. Me criaron como católica, pero en aquella época yo me consideraba atea. Mi compañera de cuarto era una muchacha muy centrada y siempre parecía tomar buenas decisiones. Cuando yo me encontraba en mi punto más bajo, le pregunté cómo manejaba las cosas en su vida. Ese día conversamos durante siete horas, y tuvimos una charla muy seria sobre la espiritualidad. Me contó acerca de la Christian Science y me dio un ejemplar de Ciencia y Salud. Eso era lo que yo había estado buscando. Comencé a leer el libro y a asistir a la iglesia. Sané de mi deseo de tomar drogas. También sané de una amigdalitis crónica. Aprecio mucho a Mary Baker Eddy y Ciencia y Salud.
Boston, Massachusetts, EUA
Iglesias Filiales: Cómo superar Los obstáculos
Heidi Biever fue la moderadora de un panel de cuatro miembros de iglesias filiales para explorar cómo superaron los obstáculos y comenzaron a percibir la promesa de la Iglesia en sus propias comunidades. Ellos eran Rita Robles de Fredericksburg, Virginia, EUA; Jim Mathiott de Palo Alto, California, EUA; Mónica Ésefer Passaglia de Buenos Aires, Argentina; y Kodi Silvestre de Oneida, Nueva York, EUA.
Comencemos considerando la pregunta: ¿Cuáles son algunos de los obstáculos que pueden aparecer en el camino al cumplir la promesa de la iglesia de Mary Baker Eddy hoy?
Menos miembros.
Dinero
Complacencia y estar muy ocupados en hacer muchas cosas.
Falta de entusiasmo espiritual. Nuestra Sala de Lectura estaba en el sótano de la iglesia. Abríamos ocho horas a la semana, y yo no me atrevía a dar un ejemplar de Ciencia y Salud a otra persona.
Kodi: Nuestra iglesia se había reducido a tres o cuatro familias. No teníamos un practicista que se anunciara en el Journal. Casi no teníamos personal para atender la Sala de Lectura. Se plantearon las preguntas: “¿Cerramos? ¿Nos transformamos en una Sociedad de la Christian Science? ¿Qué hacemos?”
Jim: Nos preguntábamos: “¿Hacia dónde vamos? ¿Qué vamos a estar haciendo? ¿Cómo vamos a cumplir con el objetivo de ser una iglesia filial?”
Mónica: Argentina está enfrentando una crisis política, económica y social. Las instituciones se han debilitado, y la gente necesita ayuda.
De modo que cada uno de ustedes tuvo obstáculos. ¿Qué sucedió luego? ¿Qué los sacó de ese lugar?
Rita: Hicimos una votación, si debíamos o no construir una Sala de Lectura en el terreno de nuestra iglesia. La misma está en medio de la nada. Entonces tomamos el Manual de la Iglesia y consultamos el estatuto de las Salas de Lectura y nos preguntamos “¿Qué significa estar 'bien situadas'”.
Entonces recibimos una llamada de las Niñas Exploradoras. Nos preguntaron: “¿Les importaría venir a darnos una charla en el 'Recorrido de los Diez Mandamientos' de las Niñas Exploradoras”? Entonces fuimos. Llevamos 300 Mi Heraldos, 300 Heraldos para Teens, y todos los ejemplares que teníamos de Ciencia y Salud, que no llegaban ni a doce, por si les interesaban. Se los llevaron en cuestión de segundos.
Jim: En nuestro caso, nos sentíamos bastante bien, pero con mucho trabajo. Teníamos una linda iglesia, una Escuela Dominical bastante actica, y dábamos una conferencia al año, a veces dos.
Fue entonces que recibimos una carta de La Iglesia Madre sobre el Fin de Semana Internacional 2000, y eso nos hizo pensar realmente. Nos dimos cuenta de que se trataba de conectarse con la comunidad y con la familia de iglesia. Reunimos a todos los miembros y nos preguntamos: “¿Qué hizo Jesús por los niños?”. También: “¿Cómo se relacionaba la Sra. Eddy con los niños y la comunidad?”
Kodi: Nos sentíamos realmente pequeños. Nos dimos cuenta de que teníamos que estar sanando a la gente. Y sabíamos que teníamos en Ciencia y Salud la manera de bendecir a la comunidad. Entonces comenzamos a orar. Una de las cosas que encontramos fue la carta a Joseph Armstrong, editor de la Sra. Eddy. La habían leído en el informe de La Junta Directiva de la Christian Science de la Asamblea Anual de 1997. En esa carta, la Sra. Eddy dice que debemos orar todos los días por Ciencia y Salud, orar por que la gente lo quiera, y lo va a comprar. Ése fue nuestro primer caso. Y la curación se manifestó de diferentes maneras, curaciones en nuestras familias, curaciones entre los miembros de la iglesia.
Mónica: Sentíamos que era muy importante responder al temor y al shock en la Argentina con el mensaje de esperanza de Ciencia y Salud. De manera que empezamos a orar y a darnos cuenta de que podíamos sanar y ayudar a los demás. Creo que ésa era la idea más importante.
De modo que todos ustedes hicieron esa transición. Han visto cuáles son los desafíos que enfrenta su iglesia. Han orado. Algo como que los despertó, y ustedes comenzaron a funcionar. ¿Entonces qué fue lo que hicieron realmente?
Jim: Sabíamos que dar conferencias de la Christian Science al público sobre Ciencia y Salud, era una forma de conectarse con la comunidad. De manera que en los últimos años, hemos auspiciado o coauspiciado 12 conferencias abiertas al público, entre ellas cinco en librerías. Decidimos llevar nuestra reunión de los miércoles a la comunidad. Una vez al mes, al mediodía, celebramos las reuniones de testimonios en nuestra Sala de Lectura. Ahora entra gente de la calle.
Rita: Nosotros llevamos nuestra Sala de Lectura al público. Tuvimos dos pequeños quioscos, fuimos a dos Foros de Mujeres, a la reunión internacional de los Niños Exploradores, a una feria multicultural, y — qué decir de estar bien ubicados — nuestra Sala de Lectura está ahora en el centro de la ciudad justo enfrente de una parada de autobús. Estamos abiertos el triple de horas, y hemos triplicado también las existencias de Ciencia y Salud.
Kodi: Mantuvimos la Sala de Lectura que estaba en nuestra iglesia, pero también hemos abierto otra en una ciudad vecina. Esto no fue fácil y no faltaron los desacuerdos sobre cómo lograrlo. Pero continuamos orando. Y cuando pusimos por primera vez un nuevo cartel de “Sala de Lectura de la Christian Science” que cruzaba todo el frente, aunque habíamos estado allí casi un año, gente de la comunidad vino y nos dijo: “Esto es maravilloso! ¡Nos da tanto gusto que estén aquí!” De pronto notaron nuestra presencia.
A través de esta nueva conciencia que tenemos de la necesidad de estar disponibles, nuestra iglesia ha vendido más ejemplares de Ciencia y Salud durante los primeros tres meses de este año que lo que vendimos en todo el último año.
Mónica: Las iglesias filiales en Argentina usaron todas las herramientas que la Sra. Eddy establece en el Manual. Celebraron 16 conferencias en lugares públicos: escuelas, hoteles, librerías, etc. También tuvimos un stand de la Sala de Lectura en la feria internacional del libro en Buenos Aires, y dimos una conferencia allí. Y aumentamos la cantidad de canales de radio en que transmitimos el programa radial del Heraldo.
Por qué no nos cuentan un poco de los resultados sanadores que han tenido.
Mónica: Un señor salió una conferencia y dijo: “Estoy muy contento con esta conferencia”. Y fue corriendo a obtener su ejemplar de Ciencia y Salud. Y una señora estaba tan feliz de tener su ejemplar que luego distribuyó ocho ejemplares más con sus amigos.
Kodi: De no tener ningún practicista listado en el Journal, ahora tres de nosotros en una membresía pequeña están activamente aceptando pedidos del público que desean tratamiento en la Christian Science.
Rita: Ahora muchos más estamos trabajando activamente en la práctica. Hemos visto que la comunidad nos pide que asistamos a los eventos. Nos hacen preguntas, y vienen a los servicios religiosos.
Jim: Los niños han leído por su cuenta una biografía de Mary Baker Eddy. O si eran demasiado jóvenes para leer, se les leía. Los adultos hicieron lo mismo, y luego adultos y niños se reunieron en pequeños grupos mixtos una noche y compartieron lo que habían aprendido. Fue una noche maravillosa, que terminó con montones de abrazos entre adultos y niños quienes, hasta aquel momento, realmente no se conocían muy bien.
Por último, ¿qué les dirían a nuestros amigos?
Kodi: Nunca se den por vencidos. Yo sé que es verdad. Nunca, jamás, se den por vencidos.
Mónica: Somos miembros de una familia universal, y podemos trabajar juntos en nuestras iglesias filiales y con La Iglesia Madre en unidad y en amor.
Jim: Salgan de la caja. Como filial, pongan a prueba nuevas ideas. Piensen “¿Por qué no?” en lugar de “¿Por qué habríamos de hacerlo?” o “¿Qué ocurriría si lo intentáramos?” Una de las cosas que nuestra comisión directiva está haciendo ahora es leer juntos Ciencia y Salud.
Rita: He visto que esto nos ha acercado y tenemos una manera más evangélica de dar, de modo que yo diría que todos podemos dar. En nuestra comunidad, el presidente del templo judío nos llamó para pedir curación. El ministro de la Iglesia Unitaria de Cristo me llamó y me preguntó si podíamos almorzar juntos, diciendo: “Tengo tantas preguntas”.
¡Gracias a todos!
El éxito de la Iglesia de Mary Baker Eddy es inevitable
¡Qué Día, qué viaje! Ninguno de nosotros es el mismo que llegó aquí. Guardaremos por siempre la inspiración y las vislumbres de este día en nuestros corazones.
Esta bendita iglesia permanecerá en este milenio, y su designio por siempre transmitirá el mensaje de la Christian Science a un mundo que ansía espiritualidad.
Y esta búsqueda no puede detenerse porque es la Ciencia divina misma que está impulsando este despertar en la humanidad.
El cristianismo primitivo se está restaurando en el siglo XXI a través de las curaciones de cada uno de nosotros y a través de nuestra comprensión y aplicación de la Christian Science.
Como sin duda todos hemos sentido hoy, el poder y el potencial de la Christian Science no se puede separar del designio de esta Iglesia.
Para mí, uno de los ejemplos más claros de esa inseparabilidad se produjo a fines de la década de 1980, cuando como Secretaria de La Iglesia Madre visité algunos amigos en Letonia.
Llevamos toda la literatura de la Christian Science que pudimos, sin embargo, la mayoría de ella fue confiscada cuando entramos a la Unión Soviética.
Después de una breve reunión en Riga, una mujer, la Sra. Tielman, me preguntó si podía obtener más literatura. Como le había dado todo lo que tenía le pregunté por qué la necesitaba.
Esta preciada dama, pequeña, de tan solo un metro cuarenta de estatura, me dijo que necesitaba literatura para sus 27 estudiantes. Yo sabía que ella no era maestra de la Christian Science, entonces le pregunté qué me quería decir con eso. Me explicó que era profesora de piano y tenía muchos estudiantes adultos.
Le dije que me encantaría conocer a sus estudiantes, aunque sabía que sería difícil, puesto que era ilegal reunirse en grupos, excepto en pequeñas fiestas de cumpleaños. Ella me aseguró que trataría de arreglar una reunión para la noche siguiente.
Cuando llegué a su casa, varios estudiantes ya estaban allí. El timbre de la puerta siguió sonando a medida que llegaban los estudiantes.
Nunca se habían reunido de esta forma. A medida que llegaban algunos se reconocían de otras actividades en sus vidas, compañeros de trabajo, vecinos y colegas profesionales.
Hubo lágrimas y abrazos de alegría cuando se dieron cuenta de que tenían algo muy especial en común. No sólo estudiaban piano con la Sra. Tielman, sino que también estaban aprendiendo, estudiando y aplicando la Christian Science.
La Sra. Tielman tenía un ejemplar de Ciencia y Salud. Cuando durante la lección de piano alguien mencionaba alguna dificultad, ella abría Ciencia y Salud. Entonces leían y memorizaban alguna referencia útil y oraban con eso durante la semana. En la próxima lección, contaban de sus progresos y curaciones.
De modo que empezaron a conocer la Christian Science a medida que leían Ciencia y Salud, frase tras frase, verdad tras verdad.
En un momento dado durante la noche les dije: “Hoy es miércoles, y sabemos lo que eso significa. Hoy se celebran reuniones de testimonios en todo el mundo”.
Ellos simplemente me miraron. Entonces me di cuenta de que no sabían lo que era una reunión de testimonios. No sabían nada sobre la “iglesia” y su organización.
Brevemente les expliqué lo que era una iglesia filial, con servicios dominicales y reuniones de los miércoles. Les dije: “A mí me encantaría escuchar sus curaciones. Podemos tener una reunión de testimonios aquí mism”.
Mientras uno tras otro contaban maravillosas curaciones, me resultó muy claro que su comprensión de Dios y Su presencia sanadora era eficaz y poderosa. Sabían cómo sanar y estaban sanando magníficamente.
Para ver la profundidad y claridad de su comprensión, les hice algunas preguntas. Y sus respuestas fueron tan sólidas como cualquier estudiante que hace mucho que estudia Ciencia y Salud.
Ellos compartían una comprensión de “cómo” habían sido sanados aplicando la Christian Science, según habían aprendido en las páginas de Ciencia y Salud.
Una señora, que era concertista de chelo, contó que se había quebrado una mano horas antes de un concierto. A través de sus oraciones ella sanó y pudo tocar en el concierto esa misma noche.
Yo estaba sentada allí, sintiendo una gran humildad por la profundidad de comprensión de esa gente, y pensé “estas queridas personas necesitan ser miembros de La Iglesia Madre”. De modo que cuando terminaron sus comentarios, le dije a la Sra. Tielman: “¿Querrían algunos de estos amigos ser miembros de La Iglesia Madre?”
Comprendí que quizás ninguno supiera acerca de La Iglesia Madre. Estos amigos nunca habían estado en una Iglesia de Cristo, Científico, una Escuela Dominical o una Sala de Lectura de la Christian Science, y tampoco habían asistido a una conferencia. La Iglesia estaba prohibida en la Unión Soviética.
Momentos después, la Sra. Tielman, me tomó de la mano, y golpeándola suavemente me dijo: “Querida, lo vamos a considerar”.
Salí de allí esa noche con lágrimas en los ojos y humildad e inspiración en mi corazón.
Pasé casi toda la noche sentada en la habitación del hotel, reflexionando y orando sobre lo que acababa de vivir.
Me di cuenta de que había visto la “curación” pura, vidas transformadas por la “Christian Science”— comprendida y practicada de manera simple y honesta.
Yo había visto iglesias libres de denominaciones religiosas, libres de política y opiniones de temas candentes.
Pensé en la importante lección de vida que Dios me acababa de dar. Me pregunté: “¿Será esto lo que la Sra. Eddy vio como la practicalidad y universalidad de la Christian Science?”
A lo largo de los años, esta experiencia me ha recordado a los primeros trabajadores “... un pequeño grupo de sinceros buscadores de la Verdad...”
Esta gente tan querida de Riga no tenían las señales externas de una Iglesia, no sabían “cómo se supone que se debe hacer”.
Ellos estaban poniendo en práctica la Ciencia. Tenían la Biblia y Ciencia y Salud y estaban orando, sanando y siendo sanados.
Me di cuenta de que Ciencia y Salud no pertenece tan solo a los miembros. Gente de todas partes puede aplicar sus ideas, incluso en sociedades ateas.
Sin embargo, al mismo tiempo también me di cuenta de algo importante. Yo me sentía muy agradecida de que existiera La Iglesia de Cristo, Científico, para publicar Ciencia y Salud y ponerlo a disposición de aquellos que estaban buscando curación y libertad.
Me enteré de que la Sra. Tielman tenía una amiga en Alemania Oriental, que arrancaba las páginas del Trimestral en alemán que había entrado de contrabando, y se lo enviaba a ella. Las páginas estaban metidas dentro de una tetera llena de páginas del Trimestral.
Cuando recibía el paquete, la Sra. Tielman sacaba las páginas y escribía la Lección Bíblica usando papel carbónico. Sólo podía hacer dos copias por vez porque no podía apretar más el lápiz.
Me sentí tan contenta de que existiera La Sociedad Editora de la Christian Science para publicar las Lecciones Bíblicas y las publicaciones periódicas.
Esta querida profesora de piano estaba viviendo lo que esta Iglesia tiene el designio de ser. Ella estaba rodeada de gente que buscaba espiritualidad, sanando, elevando e iluminando el pensamiento. Estaba compartiendo el mensaje de Ciencia y Salud y tocando los corazones y vidas de la humanidad.
Aprecié como nunca antes el nutrimento y compañerismo, la comunidad de adoración y apoyo, que la iglesia brinda. Aprecié la Sala de Lectura, la Escuela Dominical, el Cuerpo de Conferenciantes, los servicios religiosos, y a cada miembro, cada sanador que ha practicado y demostrado la Christian Science por más de 100 años.
Este experiencia preciosa aumentó mi aprecio tanto por la Christian Science como por la Iglesia que la Sra. Eddy fundó. Me di cuenta de cuán necesarias eran las dos. Percibí más claramente que ambas son muy diferentes no obstante, inseparables. Y, a propósito, la Sra. Tielman sí lo hizo. Ella se afilió a La Iglesia Madre varios años después de esa visita.
Hoy, como siempre, es la Ciencia que le da su vida a la Iglesia, su vitalidad, su promesa.
¿Entonces qué podemos decir de la promesa de la Iglesia del siglo XXI? ¿Por qué podemos decir que su éxito es inevitable y cierto?
El éxito de esta Iglesia es inevitable porque descansa en la Christian Science, como la define Ciencia y Salud. Y está dedicada a responder a los “honestos buscadores de la Verdad”.2
La Ciencia no se puede diluir ni perder. No puede disminuir. Siempre estará dando “prueba de utilidad”.3
Cada miembro de esta Iglesia, cada nuevo lector de Ciencia y Salud, ayuda a dar energía al impulso de la Iglesia.
La Sra. Eddy no guardó su propósito hacia la humanidad en secreto. Hizo un compromiso muy público al respecto y su compromiso se transformó en un secreto muy conocido. Toda su vida y esfuerzos fueron en beneficio de la humanidad. Ella fundó su iglesia sobre esta base generosa.
Ella conocía el poder y el potencial de la Christian Science, y el propósito de su vida se transformó en “inculcar en la humanidad el genuino reconocimiento de la Ciencia Cristiana práctica y eficaz”.5 La Iglesia de Cristo, Científico — la Iglesia que ella fundó— continúa su compromiso de llevar adelante el propósito de su vida. En este compromiso se encuentra la promesa de la Iglesia.
Nos uniremos a aquella con el propósito de su vida y responderemos a la creciente demanda de la Christian Science práctica, porque cuanto más aumenta la demanda, más aumenta la provisión.
Responderemos a través del designio de su Iglesia con mayor creatividad, facilidad, eficiencia, ingenio, fortaleza, valor y abnegación, y las demandas que se nos impongan será igual a lo que tengamos que dar.
Cuando sugestiones de duda, desconfianza, cinismo, apatía, temor, intelectualismo, inercia — e incluso la callada e imperturbable negativa a la creciente demanda de espiritualidad — se desliza furtivamente en el pensamiento, no se le debe dar audiencia ni por un momento en nuestra vida o iglesia.
Cada paso, cada acto correcto, cada corazón tocado o consagrado; cada vida sanada o consolada; cada pensamiento transformado, es prueba, prueba científica, de la manifestación y logro divino del designio de salvación que Dios tiene para la humanidad como lo reveló la Sra. Eddy.
La inevitabilidad y convicción de nuestras acciones es fundamental. Debemos estar tan convencidos de que el gobierno de Dios y el designio de Dios para esta Iglesia son los correctos, que podamos pensar y actuar con autoridad espiritual.
La fuente de la autoridad espiritual es Dios, que constante y consecuentemente se comunica con nosotros — así como el Padre-Madre Dios lo hizo con Mary Baker Eddy — transmitiéndonos los pensamientos, palabras y acciones para nuestros días.
Todos obtendremos fortaleza de la inspiración de estos días que pasamos juntos. Seguiremos creciendo en nuestra comprensión de todo lo que descubrimos, consideramos, aprendemos.
Continuaremos viendo más claramente cómo todos los aspectos del designio de la Iglesia trabajan en armonía para alcanzar la meta de hacer que la Ciencia del Cristo esté disponible y al alcance de los corazones que buscan espiritualidad.
En 1882, la Sra. Eddy le escribió a su estudiante Clara Choate: “Trabajemos hombro a hombro, soportando cada uno su propia parte de las cargas y ayudándonos los unos a los otros, y entonces las insignificantes protestas del mesmerismo morirán ante tal unión”. L07433, carta a Edward A. Kimball,15 de octubre de 1893.
A medida que avanzamos hombro a hombro con los modelos de Cristo Jesús y Mary Baker Eddy ante nosotros, nuestras vidas serán luces de consuelo y curación que se elevarán y con gracia responderán a un mundo ansioso de conocer la Christian Science.
Una carta de la Asociación Nacional de Científicos Cristianos nos hace salir a trabajar como un movimiento, una Causa, segura del éxito y la bendición de nuestras acciones. Ella escribió: “Cristianos, y todo verdadero Científico, que marchan bajo cualquier insignia, ¡acudid a las filas!... Nuestros lemas son la verdad y el Amor; y si moramos en ellos, éstos abundarán en nosotros, y seremos uno en corazón — uno en motivo, propósito y empeño. Si permanecéis en el Amor, ninguno de vosotros puede ser separado de mí; y la dulce sensación de que viajamos juntos, haciendo a los demás lo que quisiereis que ellos hicieren con vosotros, vencerá toda oposición, superará todo obstáculo, y asegurará el éxito”. L13046, carta a William P. McKenzie, 13 de enero de 1899.