Aunque se trata de un libro bastante antiguo, ¡para mí la Biblia continúa siendo un manantial de agua fresca! Una y otra vez, me encuentro con pasajes que —aunque los haya leído muchas veces— de repente parecen nuevos, y me dan mucha inspiración. Este es un ejemplo: En Primero de Reyes leemos cómo Dios le dijo al profeta Elías que fuera a la ciudad de Sarepta, donde una mujer viuda lo sustentaría durante la hambruna que se avecinaba.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!