Conozco la Ciencia Cristiana desde hace más de veinte años. El estudio del libro Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, me ha ayudado a conocerme a mí misma, y a encontrar al Dios amable y bondadoso que yo había presentido desde niña. Un Padre-Madre que está siempre pendiente y cuidando a cada uno de Sus hijos.
Un día, pude comprobar Su presencia y protección de manera muy palpable, como indica este pasaje de la Biblia: “Jeohová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre” (Salmos 121:8).
Iba sola manejando mi automóvil, cuando tuve que parar en un semáforo en rojo. De pronto empecé a sentir un dolor muy fuerte en el pecho. Traté de inspirar aire y no pude. Recordé comentarios de personas que habían muerto por problemas al corazón. Sentí mucho miedo, y pensé que iba a desmayarme. Empecé a respirar otra vez pero no podía inspirar profundamente. Sin embargo, después de unos momentos recordé la “declaración científica del ser”, la cual dice en parte: “No hay vida, verdad, inteligencia ni sustancia en la materia. Todo es la Mente infinita y su manifestación infinita, pues Dios es Todo-en-todo” (Ciencia y Salud, pág. 468).
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