Eran las 3 de la madrugada, cuando me desperté con dolor de muelas, el cual al principio no era muy fuerte. Como siempre hago cuando enfrento alguna situación, me puse a orar.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!