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Obtuve nuevas vislumbres espirituales

Del número de enero de 2015 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

Original en español


Cada día, al levantarme siento que Dios está conmigo, que me está cuidando y demostrándome que estoy protegido. No tengo que tener miedo de que algo malo pueda pasarme. Nunca me siento solo. La oración me predispone a ver cada día de otra manera, y a reconocer la presencia constante de Dios.

El estudio diario de la Lección Bíblica de la Ciencia Cristiana, que incluye citas de la Biblia y de Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, por Mary Baker Eddy, me hace sentir seguro; me da la certeza de que ese día será aún mejor que el anterior.

Estoy muy agradecido por la vislumbre espiritual que obtuve hace unos años, al sanar totalmente de varicela mediante la oración y el apoyo de una practicista de la Ciencia Cristiana.

Ella me sugirió que cada mañana leyera el “Padre Nuestro” con el sentido espiritual, que aparece en Ciencia y Salud. Aunque no es fácil seleccionar solo una parte de esta oración, me quedé especialmente con esta idea: “Venga Tu reino. Tu reino ha venido; Tú estás siempre presente” (ibíd, pág. 16). Esta frase me recordaba que nunca estoy solo, ni fuera del reino de Dios.

También leí un pasaje  donde la Sra. Eddy habla acerca del contagio: “La gente cree en enfermedades infecciosas y contagiosas, y que cualquiera está propenso a contraerlas al mediar ciertas causas predisponentes u ocasionales” (Escritos Misceláneos, pág. 228). Eso me hizo pensar que si yo estaba dispuesto a creer o aceptar la enfermedad, no estaba aceptando que Dios es el único poder que existe, como nos muestran las enseñanzas y curaciones de Cristo Jesús. Somos el reflejo de Dios y nada puede hacernos creer en algo que no venga de Dios, el bien. Y esa condición, ciertamente, no provenía de Dios. Reflexioné acerca de esto y me sentí en paz. En pocos días sané por completo.

Le doy gracias al Amor divino por el poder sanador del Amor, puesto que cuando sinceramente tratamos de comprender a Dios y la identidad espiritual del hombre, el temor desaparece. Y cuando las falsas creencias acerca de la enfermedad son reemplazadas por las verdades espirituales acerca de la perfección innata del hombre, el mal pierde su aparente realidad en la consciencia, y es destruido.

La Ciencia Cristiana me ha ayudado mucho en mis actividades diarias, porque sé que estoy siempre con mi Padre-Madre, Dios. El Maestro Cristo Jesús dijo: “Donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mateo 6:21). Esta es una frase que uso cuando oro en el trabajo y cuando estudio, sabiendo que mi tesoro es estar consciente de la omnipresencia de la Mente divina, que siempre me da las ideas y soluciones que necesito. 

Yo sé que el Amor divino tiene un propósito muy especial para mí, y Dios hace que yo cumpla ese propósito. Nadie puede tomar mi lugar. De hecho Dios da todo el bien y tiene un propósito y un lugar muy especiales para cada uno de Sus hijos.

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