Originales Web
Apareció primero el 28 de julio de 2025 como original para la Web.
Publicado originalmente en francés
Continué orando, estudiando y meditando todo lo que leía. Después de tres días, ya no tenía dolor. Estaba sano.
Apareció primero el 5 de mayo de 2025 como original para la Web.
Original en español
Hoy veo con toda felicidad que si las dificultades me toman por sorpresa, duran muy poco y son desterradas muy rápidamente mediante la Verdad del Cristo —el mensaje eterno de amor de Dios— que Jesús tan claramente ejemplificó. No hay vuelta atrás.
Apareció primero el 9 de junio de 2025 como original para la Web.
Publicado originalmente en portugués
Pude disfrutar de todas las experiencias del campamento, sabiendo que Dios es supremo y es la fuente de toda la energía y fuerza que pueda necesitar.
Apareció primero el 5 de mayo de 2025 como original para la Web.
Reconocemos a nuestros hijos —y lo que es igual de importante, a nosotros mismos— como hijos de Dios. Esto nos ha ayudado a mantenernos libres de sentir el peso de una abrumadora responsabilidad sobre nuestros hombros.
Apareció primero el 2 de junio de 2025 como original para la Web.
Publicado originalmente en alemán
Estoy agradecida por esta experiencia de armonía porque me mostró que no necesito dejarme impresionar por las aparentes molestias o amenazas a mi paz.
La única oración que podía recordar durante este tiempo, si es que se le puede llamar así, fue: “Necesito encontrar mi camino de regreso”. Pero no sabía cómo, ni siquiera si podía. Sabía que no podía salvarme a mí mismo. Lo había intentado y había fracasado estrepitosamente.
Debido a que estaba etiquetando a mi familia como poco amorosa y desconsiderada, amarlos parecía bastante difícil. Necesitaba corregir mi forma de pensar acerca de ellos, debía verlos y amarlos como hijos de Dios.
Para que la presencia de Dios se vea y se sienta aquí y ahora, el pensamiento materialista necesita dar paso al pensamiento espiritual y cristiano.
Publicado originalmente en portugués
Agradecí inmensamente a Dios y sentí una renovada fortaleza para seguir aprendiendo y practicando las enseñanzas de la Ciencia Cristiana.
Lo que sucedió después es una prueba absoluta del poder y el amor de nuestro Padre. Reconocí la presencia de Dios y supe que Él tenía el control. Sin ningún esfuerzo de mi parte, fuimos acomodados suavemente junto a una casa rodante estacionada al costado de la carretera.