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No hay una consciencia material de pecado, enfermedad y muerte y una consciencia espiritual de santidad, salud e inmortalidad. Toda creencia en una consciencia mortal, o en una mente aparte de Dios, debe ceder ante la realidad del único Ego, el único Yo, el único punto de vista.
El fútbol era lo único que siempre me había hecho feliz, y la idea de que me lo quitaran me quebrantó.
La Ciencia Cristiana siempre ha sido mi roca, mi refugio, mi guía. Pero esta experiencia, más que todas las demás, fortaleció mi confianza en Dios, la Verdad divina y mi comprensión del reino de Dios.
Probablemente todos hemos tenido experiencias en las que cuanto más nos hemos esforzado por convencer a alguien de algo, más fuertemente lo han rechazado. Pero tal vez también hemos tenido conversaciones en las que sabemos que alguien comparte su perspectiva debido a su sinceridad y amor por nosotros.
Hubo momentos inspiradores en los que mi oración me mostró que podía estar segura de que sanaría. También hubo momentos difíciles: arrodillarme mentalmente y preguntarle a Dios qué más necesitaba saber para que se completara esta curación.
Las Salas de Lectura ofrecen una oportunidad para el descubrimiento, una conversación profunda cuando sea necesario y, sí, también hay silencio. Pero el silencio puede ser una bendición, ya que nos brinda la oportunidad de escuchar atentamente lo que Dios nos imparte mientras leemos y oramos.
El Cristo es el mensaje divino, que habla a nuestro propio pensamiento, calma nuestros temores, alivia nuestras preocupaciones y sana nuestros cuerpos.
Shannon y mamá dijeron: “¡Gracias, Dios!” por mostrarles el verdadero concepto.
Original en español
También recuerdo algo más que tuvo un gran impacto en mí. Era la idea de que ni en la vida hay dolor, ni en el dolor hay vida. Ese pensamiento era un bálsamo; fue tan profundo para mí que en tres minutos el dolor desapareció por completo. Fue muy satisfactorio, una experiencia muy inspiradora.
Publicado originalmente en la columna Christian Science Perspective de The Christian Science Monitor del 15 de junio de 2025.
Todos tenemos una capacidad innata para esforzarnos, para persistir, en acercarnos al Cristo, quien nos comunica los hechos espirituales alentadores y sanadores de nuestra verdadera naturaleza como la expresión misma del Amor divino, completamente espiritual, completa y pura.