Originales Web
Estaba empezando a ver que mi motivación para amar viene de Dios, que es Amor, y que amar se trata realmente de Dios, no de mí.
Desde entonces, he podido leer Ciencia y Salud de principio a fin más de una vez, obteniendo cada vez más comprensión de la naturaleza de Dios —incluida Su bondad— y Su creación.
Cuando llegar a un acuerdo con los demás parece difícil, una cosa que he encontrado útil es acercarme a Dios —el Amor divino mismo— para ver con más claridad que todos estamos inherentemente “de acuerdo” con la naturaleza divina del Amor.
Refuté la pretensión de que podía existir un poder que podría descarrilar los esfuerzos por establecer la buena voluntad entre los países.
Publicado originalmente en portugués
Cuando recuerdo mi trayectoria en el aprendizaje del significado espiritual de las enseñanzas de Cristo Jesús, me siento muy agradecida con el compañero de trabajo que me mostró el camino y con la practicista que me enseñó los primeros pasos en esta Ciencia y apoyó mi crecimiento en ella.
Me esforzaba por glorificar a Dios, y mi vida tenía un propósito mucho más allá de mis preocupaciones inmediatas. Me sentí renovado, con un sentido de esperanza y dispuesto a aceptar el bien.
Original en español
Siempre que hablaba con mi esposo de nuestra hija lo hacíamos tranquilos y esperanzados. Yo tenía plena convicción de que Dios era el único poder. Mi familia me apoyaba todos los días con pensamientos buenos y amorosos y la certeza de la bondad de Dios.
Esta experiencia me enseñó que nuestras oraciones no solo nos bendicen a nosotros. También bendicen a los demás (incluidos los animales), lo sepamos o no.
Ningún concepto, hipótesis o invención humana tiene la sabiduría, la claridad inherente o la percepción para lograr esto sin que la luz indispensable del Cristo atraviese la consciencia ligada a la materia e ilumine nuestra naturaleza únicamente espiritual.
Publicado originalmente en portugués
Aprendí a amar a Dios y a mi prójimo como Jesús nos enseña en la Biblia. Eso había sido difícil para mí antes, porque lo único que veía era a una persona que necesitaba ayuda en lugar de al hombre creado por Dios, como se describe en el primer capítulo del Génesis.