“¡Cortaron las almas [en inglés soles] en pedacitos!”, proclamó con entusiasmo la publicación en las redes sociales.
Era más humorístico que nefasto: un error homófono en la descripción de un programa de reciclaje para suelas de zapatos desgastados. Aun así, después de leerlo, no podía sacarme de la cabeza la idea de las almas [en inglés souls] cortadas, porque parecía como que me podía identificar con ella.
Durante algún tiempo, varias responsabilidades me habían estado empujando en tantas direcciones diferentes a la vez que me sentía totalmente fragmentada. Todas eran actividades que valían la pena y en las que me encantaba participar, pero parecía haber llegado al límite. Hasta tratar de descubrir cómo arreglar la situación me resultaba abrumador.
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