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Tan profundamente agradecida...

Del número de enero de 1962 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Tan profundamente agradecida estoy por las múltiples bendiciones que he recibido a través del estudio y la aplicación de la Christian Science que me siento impulsada a ofrecer este testimonio.

Al igual que aquella mujer a la cual se refirió Jesús y de quien dijo que “Satanás la ligó” (Lucas 13:16), yo también había sufrido durante muchos años de curvatura de la espina dorsal. Cualquier actividad me cansaba y me producía fuertes dolores de espalda. Consulté a varios médicos incluso a osteópatas pero sin recibir beneficio alguno.

Luego conocí la Christian Science y en diversas ocasiones recibí tratamiento de practicistas. Después de mucho estudiar llegué a la conclusión de que debía sobreponerme al hábito de criticar y de asumir falsas responsabilidades. Finalmente me di cuenta que los hábitos de los demás no eran asunto mío. La Biblia dice (Filipenses 2:12): “Llevad a cabo la obra de vuestra misma salvación,” y (Mateo 7:1): “No juzguéis, para que no seáis juzgados.” También estudié estas palabras del hermoso himno cuya letra fué escrita por nuestra Guía y que puede hallarse como el n.° 160 en el Himnario de la Christian Science:

“Del fiero mal la esclavitud
rompió el Amor.”

Poco a poco la tentación de criticar fué reemplazada por el amor y me vi libre de la curvatura de la espina dorsal.

La Christian Science me ha enseñado a tener fe en Dios, el cual está siempre presente. He sido guiada a un trabajo que me proporciona gran gozo. La pena y la soledad ocasionadas por el fallecimiento de seres queridos se han trocado en paz y gozo mediante la comprensión de que el hombre refleja a Dios, de modo que este reflejo debe ser gozoso y afectuoso. También he sido sanada de un tumor, de almorranas, dolores de cabeza, un dedo fracturado y otros males físicos, pero lo que más agradezco es la curación de los falsos rasgos de carácter que en realidad no formaban parte de mi ser verdadero.

No puedo hacer fin a mi testimonio sin expresar mi sincera gratitud a Dios por estas bendiciones, por Cristo Jesús, que llevó a cabo las obras de Dios, y por Mrs. Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Christian Science, que ha explicado la Biblia y las obras de Jesús de modo que todos puedan entenderlas. Estoy especialmente agradecida por el privilegio de ser miembro de La Iglesia Madre, por el gozo de trabajar en una iglesia filial y por haber tomado instrucción en la Christian Science, lo cual me ha enseñado la verdad que nos hace libres. —

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