La abundancia es algo que interesa a todos. La Ciencia Cristiana [Christian Science] ofrece la abundancia a la humanidad por medio de la comprensión del bien práctico e indivisible. Enseña que es normal y que no es milagroso que poseamos todo lo que necesitamos, y basa esta enseñanza sobre la infinitud y la bondad de Dios. Donde Dios está, allí también reina la abundancia. La infinitud no conoce ni permite la escasez. Dios es todo lo que El es, dondequiera que esté. En Su presencia no puede haber espacios vacíos ni vacuidad.
Una comprensión de esta especie es dinámica y el hacer uso de ella disipa la escasez y las limitaciones que plagan a la humanidad. La economía mundial que se basa sobre la materia y sobre la creencia en la materia como substancia y como necesidad, se ve enseguida infectada por los límites inherentes a esa creencia. De manera que el mundo con su concepto de valores, potencial y distribución se ve perseguido por la evidencia de la escasez y las injusticias. Durante todas las eras las sagradas escrituras han presentado la posibilidad de la abundancia del bien. La Ciencia Cristiana [Christian Science] ofrece la realización de esta promesa.
Esta Ciencia demanda que sus estudiantes cambien el modo de enfocar el pensamiento en lo que concierne a la abundancia. La antigua manera de pensar basada en la materia no puede subsistir. El estudiante debe comenzar con el Espíritu, Dios, si ha de encontrar las respuestas correctas de los problemas que lo confrontan. Quizás la sugestión sea una que dice: Ya que ésta es mi situación, la abundancia de Dios no puede ser mía. No poseo medios con que sustentarme, o sólo tengo una fuente de sustento y ésta es enteramente inadecuada para suplir mis necesidades.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!