Hemos recibido muchas cartas de miembros en las que se nos informa acerca de los frutos tan inspiradores del proyecto que presentamos en nuestra carta de fecha 15 de noviembre de 1962. Los miembros relatan sobre las ricas bendiciones que están recibiendo como resultado de haber compartido con otros la inapreciable dádiva de la Ciencia Cristiana [Christian SciencePronunciado Crischan Sáiens.].
Confiamos que cada miembro de La Iglesia Madre que todavía no ha tenido la oportunidad de participar en él, se disponga a orar aún más sinceramente rogando que le sea indicado el camino. Nuestra Guía, Mary Baker Eddy, dice en (Ciencia y Salud, pág. 199): “La devoción del pensamiento a un objetivo honrado hace posible alcanzarlo.” Con sumo placer recibiremos los informes de miembros que han tenido experiencias de especial interés en el cumplimiento de este proyecto.
En razón de las incontables bendiciones que han resultado del trabajo de los miembros, confiamos en que todos los miembros tendrán deseos de continuar y que lo harán siempre con mayor gratitud y celo.
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