En una época en que me hallaba sufriendo de grandes dolores y depresión mental, unos amigos me llamaron la atención sobre la Ciencia Cristiana [Christian Science]. Una afección al estómago, mal funcionamiento de varias glándulas, y disturbios del sistema circulatorio eran algunas de las condiciones diagnosticadas por la ciencia médica. También una afección a la espina dorsal que el médico había pronunciado incurable, me causaba gran dolor aún al levantar el objeto más liviano. De acuerdo con la opinión general, no me hallaba lejos de la muerte.
Los amigos que he mencionado me hicieron comprender claramente que la Ciencia Cristiana [Christian Science] es una religión práctica mediante la cual podemos adquirir una comprensión del ser verdadero. En ese entonces yo hasta ignoraba la existencia del movimiento de la Ciencia Cristiana [Christian Science].
Mientras iba en camino a un sanatorio me detuve en una gran ciudad con el objeto de visitar a un practicista, pues deseaba saber más acerca de la Ciencia Cristiana [Christian Science]. La visita al sanatorio había sido planeada como un último recurso y con el propósito de hallar alivio para mis múltiples dificultades. Las explicaciones del practicista inundaron mi consciencia con la Verdad de tal manera, que tuve la misma sensación como si se hubiera volcado un torrente de agua en la tierra que había permanecido reseca durante años.
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