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Asamblea Anual de La Iglesia Madre celebrada el 2 de junio de 1969

Del número de octubre de 1969 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


El tema de la Asamblea Anual y de las reuniones celebradas los días 3 y 4 de junio fue: “¿Qué podemos hacer por nuestro mundo?”

A continuación aparecen extractos de los informes correspondientes. Los textos completos se encuentran en el The Christian Science Journal de julio de 1969.

Se inició la reunión cantando el Himno “El Amor” (No. 30 del Himnario de la Christian Science), cuya letra en inglés pertenece a nuestra Guía, Mary Baker Eddy. El Presidente saliente, Sr. Gordon V. Comer, de Denver, Colorado, leyó a continuación selecciones de la Biblia y de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, por Mrs. Eddy.

La Biblia
Mateo 4:23
recorrió
Mateo 5:9, 14, 16, 17, 20
Santiago 1:17
Daniel 12:3

Ciencia y Salud
325:31–33
233:23 45:5–9
476:29–31
(hasta;)
561:18–22
96:22–25, 27–29
45:16

Luego de unirse por unos momentos en oración silenciosa, seguida de la repetición en voz alta del Padrenuestro, la congregación cantó el Himno No. 105.

El Sr. Comer anunció después los nombres de los nuevos funcionarios de La Iglesia Madre para el corriente año: Presidenta, Srta. L. Ivimy Gwalter, de Boston, Massachusetts; Secretario, Sr. Charles Henry Gabriel, de Boston, Massachusetts; Tesorero, Sr. Roy Garrett Watson, de Boston, Massachusetts.

A continuación, el Sr. Comer transfirió el cargo a la nueva Presidenta, quien condujo la reunión.

A continuación se leyeron alentadores informes de progreso enviados por las iglesias filiales.

Mensaje de La Junta Directiva de la Ciencia Cristiana leído por su Presidente,

La Junta Directiva de la Ciencia CristianaChristian Science: Pronunciado Crischan Sáiens. da a todos Uds. una cordial bienvenida. Tenemos muchas razones para sentirnos agradecidos. Existe un mayor sentido de unidad entre los Científicos Cristianos de todas partes; una resolución más firme para obtener un mayor crecimiento espiritual — para amar más; y nos sentimos alentados al ver que existe un sentido mucho más claro de propósito y dirección por parte de los miembros de la iglesia en general.

Ese propósito y dirección están expresados en nuestro tema para la Asamblea Anual de este año: “¿Qué podemos hacer por nuestro mundo?” Por lo tanto, dedicaremos nuestra atención especialmente a lo que concierne al bienestar de la humanidad, de toda la humanidad, y a la necesidad de curar lo que en este momento parece ser un mundo con muchos y difíciles problemas.

¿Reconocemos y apreciamos plenamente el papel único que nuestra religión y nuestra iglesia tienen en la cambiante escena de hoy en día? “La Iglesia”, dice Mrs. Eddv, “más que ninguna otra institución, es en la actualidad el cemento de la sociedad, y debe ser el baluarte de la libertad civil y religiosa” (Miscellaneous Writings, Escritos Misceláneos, págs. 144, 145).

En este período crucial de la historia del mundo. Uds. y yo estamos de pie ante el umbral de nuestra mayor oportunidad: ¡la oportunidad de compartir con el mayor número de personas en el mundo, la herencia de una religión científicamente demostrable!

Tenemos el amor; tenemos los medios. La Mente que todo lo sabe nos da la comprensión, la sabiduría, y la fortaleza para guiarnos y sostenernos individualmente en nuestra sagrada empresa. Lo más práctico que podemos hacer por nuestro mundo es no dejar escapar esta oportunidad que tenemos ahora mismo.

La Junta Directiva les pide que se unan a nosotros en un compromiso firme — el compromiso de dedicarse diariamente al estudio y oración específicos para sanar los problemas del mundo. Permitamos que el poder de este móvil correcto se apodere de nosotros, se afirme en nuestros anhelos y afectos, y que por medio de nuestro amor y obediencia logre que nuestra comunicación con el mundo sea mayor que nunca.

La oración que se vive demanda cambios aun el cambio — de un estado de bien hacia otro, y ni qué decir del cambio del mal al bien. Como dedicados Científicos Cristianos estamos esforzándonos por superar nuestro nivel actual de comprensión espiritual. ¡Esto es bueno! Porque sabemos que si queremos mejorar la calidad de nuestro mundo, debemos mejorar la calidad de nuestras vidas; y hacemos esto al mejorar la calidad de nuestra comprensión. El practicista eficaz de esta religión científica sana con el ejemplo de su vida — con lo que él es y con lo que hace — no sólo con lo que dice. La pregunta es: ¿Estamos dispuestos a crecer espiritualmente, a abandonar el error de toda clase y profundizar aún más en nuestra oración y en nuestro estudio?

Ésta es la clase de cambio que aprendemos a exigirnos a nosotros mismos. Éste es el progreso verdadero y fundamental, el progreso espiritual que impele y apoya todo el progreso exterior que manifiesta nuestra institución. El progreso interior es en mucho el más significativo, el camino más efectivo para adelantar ordenadamente un cambio social.

La divinidad del Cristo no estuvo en conflicto en ningún punto con la humanidad de Jesús, desde su nacimiento hasta su ascención final por encima de toda existencia material. Mrs. Eddy lo dice claramente: “La divinidad del Cristo se manifestó en la humanidad de Jesús” (Ciencia y Salud, pág. 25). De ninguna manera la divinidad del Cristo fue inadecuada ni incapaz de satisfacer cada necesidad de Jesús. Ese mismo poder del Cristo está presente en forma inagotable hoy en día para ser manifestado en la curación de los males del mundo tan directa y tan radicalmente como cuando Jesús estaba en la tierra.

Este poder del Cristo ofrece un notable desafío a todos los cristianos y a todas las iglesias cristianas, incluyendo la nuestra; un desafío para aplicar ese mismo poder espiritual a todos los problemas individuales y sociales del mundo. La curación del leproso y del paralítico efectuada por el Salvador no era inapropiada para las necesidades mayores de una sociedad leprosa y paralítica.

Como seguidores del Cristo somos humanitarios. Y reconocemos nuestra responsabilidad como individuos para apoyar varias organizaciones cívicas, educacionales y de beneficencia — apoyándolas financieramente y participando activamente en ellas. Escucharemos a Científicos Cristianos decir cómo ellos han colaborado estrechamente en los proyectos de la comunidad respecto a problemas raciales, problemas de la juventud, y de cómo establecer la ley y el orden sobre las bases de la justicia.

La Iglesia Madre está llevando a cabo su propio proyecto para el mejoramiento de la comunidad y del mundo, aquí mismo, en las inmediaciones de este edificio. Y nos sentimos agradecidos por el progreso ordenado que vemos en el programa de edificación del Centro de la Iglesia de la Ciencia Cristiana y por el apoyo más amplio y creciente que está recibiendo. La actividad de construcción de este programa constituye un elemento esencial en uno de los más grandes e importantes programas de construcciones urbanas en los Estados Unidos. Se ha desarrollado en forma natural como parte del programa de renovación de diez años de duración, para la ciudad de Boston, con un costo de dos mil millones de dólares.

Nuestra Guía, Mary Baker Eddy, siempre tuvo un vivo interés en los planes cívicos de fomento en su comunidad. Ciertamente ella habría esperado que su Iglesia tomara parte en la renovación de la ciudad que ella eligió para la ubicación de sus oficinas generales. En este segundo siglo de existencia del movimiento de la Ciencia Cristiana éste está más consciente que nunca de lo que puede significar para el mundo un mayor acercamiento con la humanidad. La razón impulsora que respalda la ampliación de las instalaciones físicas de la Iglesia, aquí en Boston, es sencillamente la siguiente: que nuestras oficinas generales en Boston estén equipadas de manera tal que efectúen una labor tan efectiva como sea posible para servir al mundo — a toda la humanidad, en toda nación, en todas partes.

Ciertamente el nuevo Centro será hermoso, así lo esperamos. Pero primero y ante todo será eficiente, de manera que pueda cumplir mejor con su función espiritual de servir a la humanidad más ampliamente. Sabemos que será costoso, pero también sabemos que es un paso que el movimiento de la Ciencia Cristiana tenía que tomar para dar cabida a sus actividades en constante desarrollo y prepararse para su continua expansión mundial durante el segundo siglo de nuestra historia.

La actividad humanitaria, la ayuda cotidiana a nuestro prójimo, es esencial. Pero si ha de ser verdaderamente eficaz no debe perder, ni por un instante, su propósito espiritual. Nunca debe faltarle el apoyo de la consagración espiritual que viene del estudio y de la oración. Es el espíritu del Cristo reflejado por el individuo verdaderamente humanitario lo que produce el cambio benéfico — el cambio del error a la Verdad, de la oscuridad a la luz, de la incertidumbre al propósito.

¿No es acaso tal cambio inevitable, irresistible? Porque lo humano tiene que ser puesto de acuerdo con lo divino. Esta actividad transformadora se sintetiza en la Biblia en la siguiente declaración: “He aquí, yo hago nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21:5). Aún en la realidad eterna el cambio es continuo. Como nos lo dice Mrs. Eddy: “El progreso infinito es el ser concreto, el cual los mortales ven y comprenden solamente como gloria abstracta” (Miscellaneous Writings, Escritos Misceláneos, pág. 82).

Los cambios humanos son inevitables porque estas fuerzas inexorables de la Vida omniactiva están en operación continua, transformando la consciencia humana individual, haciendo que ésta ceda a la consciencia divina. Esta acción es la base del concepto cristiano de conversión, transformación, salvación. También es la base de la curación en la Ciencia Cristiana — de toda curación.

El trastorno que sufre el mundo de hoy se está expresando externamente en el esfuerzo determinado de la humanidad por vencer la pobreza, el hambre, la guerra, la desigualdad, la injusticia. También se está viendo en la resistencia ciega a este esfuerzo. Pero todo esto es sintomático del fermento mental y espiritual más profundo que se está operando en el pensamiento del mundo. Como Mrs. Eddy gráficamente escribe acerca de la Ciencia Cristiana (Ciencia y Salud, pág. 162): “El efecto de esta Ciencia es incitar la mente humana a un cambio de base, sobre la cual pueda ceder a la armonía de la Mente divina”.

¿Existe acaso una manera mejor y una manera más práctica de ayudar a nuestro mundo, que la de ayudarlo a cambiar su base de valores de lo material a lo espiritual?

Informe del Tesorero,

De acuerdo con lo estipulado en el Artículo XXIV, Sección 3, del Manual de La Iglesia Madre por Mary Baker Eddy, el Tesorero informó sobre el monto de los fondos con que cuenta la Iglesia en estos momentos. El informe indicó que las únicas deudas de La Iglesia Madre son las de facturas en cuenta corriente.

En la Biblia encontramos referencias sobre la buena voluntad con que se hacían donaciones para los proyectos de edificación de aquellos días, tales como la edificación del tabernáculo, realizada por Moisés. ¿Qué es lo que inspira este deseo? Por cierto que Mrs. Eddy nos da la respuesta cuando nos dice que “El Amor impulsa las buenas obras” (Miscellaneous Writings — Escritos Misceláneos, pág. 358).

Es el amor abnegado en los corazones de los miembros el que responde con gusto a la invitación que La Junta Directiva de la Ciencia Cristiana nos está haciendo continuamente a cada uno de nosotros, para que participemos en el proyecto de construcción del Centro de la Iglesia de la Ciencia Cristiana hasta que toda la obra esté concluida. Tengo el agrado de informarles que todo lo que se ha hecho hasta la fecha en este programa, se ha pagado.

El año pasado aumentaron substancialmente las donaciones para las obras de construcción en relación con las que se recibieron el año anterior. Mis registros muestran que al término del año fiscal un 94 por ciento de nuestras iglesias filiales que cuentan con cien afiliados como mínimo, y el 89 por ciento de las asociaciones de estudiantes de la Ciencia Cristiana, hicieron donaciones para el programa de edificación. Cuando se contribuya para el Fondo de Edificación deberá mencionarse claramente que es para ese fin.

Los afiliados que deseen ayudar a La Iglesia Madre por medio de inversiones fiduciarias, tienen la oportunidad de hacerlo recurriendo a los Fideicomisarios de la Ciencia Cristiana relacionados con Donaciones y Legados. Inversiones fideicomisarias revocables e irrevocables por valor de mil dólares (US $1000) como mínimo, pueden ser establecidas con dichos Fideicomisarios. Este medio de contribución es aplicable también a las Iglesias de Cristo, Científico, Sociedades de la Ciencia Cristiana, Asociaciones de estudiantes de la Ciencia Cristiana, Organizaciones de la Ciencia Cristiana en las universidades y grupos de Científicos Cristianos. Pueden solicitarse informes sobre esta clase de inversiones a Roy Garrett Watson, 107 Falmouth Street, Boston, Massachusetts, U.S.A. 02115.

Además de los grandes desembolsos efectuados el año pasado para las obras de construcción, también fueron considerables los gastos para las demás actividades de La Iglesia Madre. Nuestra Iglesia se ocupa diligentemente de la promoción y extensión mundiales de la Ciencia Cristiana. Por medio de las actividades que llevan a cabo sus numerosos departamentos, se esfuerza por satisfacer las necesidades espirituales de la humanidad. Esta Iglesia no ha recibido donaciones de cuantía. Requiere los esfuerzos unificados y el incansable apoyo de sus miembros para llevar a cabo su importante obra. Necesita del amor de sus miembros. Mrs. Eddy nos dice en Miscellaneous Writings (págs. 357, 358): “El Amor divino es la substancia de la Ciencia Cristiana, la base de su demostración, sí, su cimiento y superestructura”.

Informe del Secretario,

En oportunidad de la dedicación de Primera Iglesia de Cristo, Científico, Concord, estado de New Hampshire, Mary Baker Eddy finalizó su mensaje de dedicación con estas significativas palabras: “Quiera el tierno Pastor de esta pequeña manada conducirla suavemente a ‘lugares de delicados pastos ... junto a aguas de reposo’. Quiera Él aumentar el número de sus afiliados y que su fe nunca vacile — su fe en el Amor divino y su comprensión de este Amor”. (The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany — La Primera Iglesia de Cristo, Científico, y Miscelánea, pág. 162).

A medida que cada uno de nosotros progrese en la comprensión de cómo orar para nuestra Iglesia — de lo importante que es dar tratamiento diario a la Iglesia, tanto como tratar a un paciente o a nosotros mismos — pruebas de progreso se harán evidentes, y el resultado se manifestará en un aumento de afiliados.

El año pasado se les informó a Uds. que el número de miembros que fallecían superaba al de los que ingresaban. En cierta medida, la situación todavía persiste — ¡pero está comenzando a mejorar! El entusiasmo espiritual ha resurgido; estamos conscientes de la necesidad de acercarnos a nuestro prójimo y amarlo lo suficiente para darle a conocer la Ciencia Cristiana. Estamos viendo que si hemos de tener iglesia, debemos compartirla. Ha llegado el momento de estar preparados para dar a conocer lo que tenemos, a un mundo que tiene hambre y sed de paz y curación. La curación es uno de los medios más eficaces para satisfacer las necesidades del mundo — uno de los medios más eficaces para aumentar el número de afiliados de nuestra iglesia.

Desde el año pasado La Iglesia Madre ha estado tomando medidas tendientes a incrementar el número de sus afiliados en Boston. Por medio de sus miembros locales se ha acercado a la comunidad en varias ocasiones. La primera fue un programa intensivo en el que participaron 100 miembros, para informar a nuestros vecinos que nuestra Iglesia está aquí para servirlos; que disponemos de una Escuela Dominical y de Salas de Lectura y que ofrecemos cultos religiosos a los cuales son muy bienvenidos. Este medio de acercarnos a la comunidad para compartir lo que tenemos, se volvió a usar meses más tarde con un segundo grupo, quien explicó a estos vecinos lo que es una conferencia de la Ciencia Cristiana y los invitaron a escuchar una. Como resultado de esto se están viendo muchas caras nuevas en nuestros cultos religiosos y en nuestras conferencias.

En setiembre pasado se abrió una nueva Sala de Lectura en Boston, en la Avenida Massachusetts, para reemplazar a la que fuera demolida para dar paso a nuestro Centro de la Iglesia. Dicha Sala se ha llenado al máximo durante distintas horas del día, y muchas personas entran para averiguar acerca de la Ciencia Cristiana.

Durante el año, se envían cartas a quienes piensan que ya no merecen ser miembros, o que creen que no son felices en la Ciencia. Claramente reconocemos que la decisión de retirarse de la Iglesia no obedece a su propia voluntad, sino que es la obra del magnetismo animal, y sobre esta base estamos tratando cada caso individual.

Aunque una de las principales actividades de la Oficina del Secretario es trabajar para obtener una constante afluencia de nuevos miembros, tenemos presente que el número carece relativamente de importancia, comparado con la necesidad de admitir a aquellos que estén espiritualmente preparados para ser miembros. ¿Estarán Uds. conscientes del privilegio que tienen como miembros de recomendar candidatos para unirse a esta Iglesia?

Cuando recomiendan a un solicitante, ¿tienen presente el alto nivel que nuestra Guía estableció para su Iglesia, como lo afirma en el libro de texto? Aquí Mrs. Eddy nos recuerda (Ciencia y Salud, pág. 35): “Nuestra iglesia está construida sobre el Principio divino, el Amor. Podemos unirnos a esta iglesia sólo a medida que nazcamos de nuevo en el Espíritu, que alcancemos la Vida que es Verdad y la Verdad que es Vida, produciendo los frutos del Amor, — echando fuera el error y sanando a los enfermos”.

Informe de los Trustees Under the Will of Mary Baker Eddy, leído

Nosotros, los miembros de La Iglesia Madre, nos hemos alistado para proseguir con la gran misión de Ciencia y Salud y de los otros escritos de nuestra Guía. Por eso es acertado que veamos cuánto hemos progresado. Pero, ¿cómo vamos a medir este progreso? Si lo hiciéramos basándonos en las ventas de Ciencia y Salud en relación con la población mundial, podríamos desalentarnos. Los mejores récords de ventas son insignificantes para medir el progreso. Pero si lo medimos por el número de individuos que se han regenerado, que han despertado espiritualmente, que han sanado y se han liberado, tenemos bastantes razones para mantener la esperanza que hay en nosotros. Así nos damos cuenta de que ésta es la única manera válida de medir el progreso. Durante el año pasado nos hemos esforzado por dirigir la publicidad de Ciencia y Salud a la sensibilidad espiritual de la humanidad. La respuesta que hemos obtenido ha sido extraordinaria. Hemos recibido pedidos de gente de muchos niveles sociales — individuos que han encontrado un mundo de pensar espiritual cuya existencia ignoraban, y que están dispuestos a descartar creencias caducas y engañosas.

Estamos trabajando para que este alcance sea mundial — para hablarle a todo aquel que tenga hambre espiritual, en cualquier parte del mundo. Secundando este propósito, estamos empeñados en publicar el libro de texto en un idioma más cada año. Este año tenemos el agrado de anunciarles que, después de siete años de preparación, ha sido finalizada la traducción de Ciencia y Salud al polaco y que irá a la imprenta este mes.

También este año contamos con nuevas publicaciones en finlandés y chino. Y tenemos un nuevo disco cantado en alemán, intitulado: “Hirte, wasch sie rein”.

Ya está lista la tarjeta de Navidad para 1969. Este año el mensaje de nuestra Guía está traducido a siete idiomas.

Además de sus actividades como editores, los fideicomisarios cuentan con personal que se encarga de todo lo referente al cuidado de las propiedades y de la administración de los fondos del patrimonio de Mrs. Eddy. Entre dichas responsabilidades se encuentran:

— inversión de fondos

— protección de los derechos de propiedad literaria de los escritos de Mrs. Eddy y de las dos marcas registradas: el sello de la cruz y la corona y el facsímil de la firma

— ayuda financiera a las iglesias filiales, sociedades y organizaciones universitarias. Entre esta ayuda financiera se encuentra el subvencionar las deudas contraídas en la edificación de iglesias, suministrar fondos para conferencias ofrecidas por las organizaciones universitarias, y ayuda para las bibliotecas circulantes de las Salas de Lectura y de las Escuelas Dominicales.

Esto tiene como propósito conservar y emplear las propiedades y los fondos, de manera que cumplan con el deseo de nuestra Guía de que sean usados para la promoción y extensión de la Ciencia Cristiana.

Muchos años atrás, Mrs. Eddy percibió algo de lo que acontecería en el mundo — las pruebas y dificultades que vendrían. Las verdades contenidas en sus escritos están hoy cambiando, sanando y elevando apaciblemente el pensamiento de los hombres. Esta revolución en el pensamiento continuará adquiriendo impulso hasta que los hombres de todas partes conozcan la verdad.

Informe de los Comités de Publicación,

La misión del Comité de Publicación es una misión muy positiva. Lleva el poder curativo y regenerador de la Iglesia específicamente a los conceptos equivocados que aún pretenden tergiversar el punto de vista del público acerca de nuestra Iglesia y de su Fundadora. De allí que estemos en contacto directo con los legisladores, la prensa, la radio y la televisión; con escritores, oficinas gubernamentales, profesores, el clero — y un sinnúmero más.

Existe la tendencia en el mundo entero de poner bajo el control directo del estado el cuidado de la salud y la seguridad de los niños. Cada vez más los gobiernos están adoptando la posición de que los padres tienen derecho a la custodia de sus hijos siempre y cuando acepten el concepto estatal de lo que significa el cuidado físico adecuado.

Nunca se insistirá demasiado en la importancia que tiene el que los padres soliciten de inmediato la ayuda de practicistas experimentados registrados cuando sus hijos lo necesiten. También es importante que una enfermera capacitada los atienda si es necessario. Las autoridades públicas necesitan tener evidencia palpable, en forma que puedan percibir que somos ciudadanos responsables. Si Uds. tuvieran algunas preguntas que formular acerca de las obligaciones civiles que tienen Uds. como padres de familia, como practicistas o como enfermeras, les recomendamos que se pongan en contacto con su Comité de Publicación local.

Dar a conocer nuestra religión es vital en la protección de nuestro derecho de practicar nuestra religión. El público necesita información exacta para que pueda respetar la validez de la Ciencia Cristiana como un sistema de vida responsable. Secundando este propósito informativo, ofrecemos la serie radial: “La Biblia le habla a Ud.” en inglés, español, francés, portugués, holandés y alemán. El número de nuestros oyentes semanales de todo el mundo se está aproximando a los diez millones. Nos sentimos agradecidos de poder informarles que esta vasta audiencia representa virtualmente toda clase de fe religiosa, y que nuestros oyentes sienten por nuestras enseñanzas un respeto cada vez más genuino.

Por medio de nuestras series radiales, charlas ofrecidas a no Científicos Cristianos en sus respectivas iglesias, participación en reuniones en mesa redonda en la radio y la televisión y en otro tipo de programas, estamos trabajando para despejar el concepto equivocado que tiene el público acerca de nuestra religión. La oposición, la indiferencia y la mofa que soporta nuestra religión parecen estar todavía profundamente arraigadas en el pensamiento del público, y requieren nuestra constante atención. Si no se corrigen los conceptos falsos acerca de nuestras enseñzas, éstos toman cuerpo en leyes represivas. En las palabras de nuestra valiente Guía: “Los Científicos Cristianos sólo están realmente unidos a aquello que está en conformidad con el Cristo, pero no son indiferentes al bienestar común (Pulpit and Press — Púlpito y Prensa, pág. 21).

Informe del Cuerpo de Conferenciantes de la Ciencia Cristiana, leído

Nuestro mundo de hoy necesita percibir la poderosa realidad del Cristo como el Salvador — la realidad de la Ciencia divina. En nuestra labor de conferencias necesitamos orar por esta percepción, mantenerla y valorarla. Una vislumbre de la realidad del poder del Cristo en los asuntos humanos, sea que se presente al estudiante de la Ciencia Cristiana o a aquel que asiste por primera vez a una conferencia, puede cambiar el curso de su experiencia desde ese mismo instante. ¿No es esto una contribución valiosa para satisfacer las necesidades de nuestro mundo?

La labor del Cuerpo de Conferenciantes, como se establece en el Manual de la Iglesia, es única y será reconocida por el público en la medida en que nosotros — ustedes y yo — la reconozcamos.

Es evidente de por sí que esta vislumbre del poder que trae esperanza al mundo está alcanzando al público en general. El número de nuevos asistentes a nuestras conferencias va en aumento, y notamos gran receptividad en ellos. Un ejemplo notable de esto fue una concurrencia de 1200 personas a una conferencia ofrecida en París durante una huelga de transporte público ocurrida en mayo último. Que esta vislumbre es atesorada y utilizada, también se evidencia por el número de curaciones de que se tiene noticia. Los conferenciantes aman y valoran su trabajo, y cuando los miembros de las iglesias también aman y valoran la labor de las conferencias y lo que ellas representan, los miembros salen con entusiasmo a asegurarles a sus vecinos que la invitación es digna de ser aceptada. Entonces la comunidad responde con interés.

Tengo ahora el privilegio de dar a Uds. los nombres de aquellos que se han unido al Cuerpo de Conferenciantes este año, y a quienes les damos la bienvenida:

Donald Leslie Gore, C.S.B.,
de Fort Worth, Texas
Joseph G. Heard, C.S.,
de Miami, Florida
Coronel William Little, C.S.B.,
de Washington, Distrito de Columbia
Robert H. Mitchell, C.S.B.,
de Edimburgo, Escocia
Srta. Jessica Pickett, C.S.,
de Chicago, Illinois
James E. Pike, C.S.,
de Chicago, Illinois
Srta. Patricia Tuttle, C.S.,
de San Francisco, California
Nathaniel Ridgway White, C.S.,
de Rumson, Nueva Jersey

En su carta dirigida al Cuerpo de Conferenciantes, Mrs. Eddy los insta a desafiar la indiferencia universal. Comencemos por nosotros mismos. ¿Hasta qué punto valoramos las conferencias? ¿Cuánto amamos lo que vislumbramos?

Informe de los Fideicomisarios de La Sociedad Editora de la Ciencia Cristiana,

El tema de nuestra Asamblea Anual, “¿Qué podemos hacer por nuestro mundo?” constituye un desafío para todos nosotros.

¿Qué más podríamos hacer por nuestro mundo, que llevarle el mensaje del Cristo sanador? Esto es lo que nuestras publicaciones periódicas se están esforzando por hacer.

La circulación del The Christian Science Monitor así como el número de sus avisos están aumentando.

Un libro reciente, intitulado: The Elite Press: Great Newspapers of the World (La Prensa Selecta: Los Grandes Periódicos del Mundo) rinde tributo al Monitor. Su autor, el profesor John G. Merrill, de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Missouri, comienza la sección dedicada al Monitor con estas palabras: “Uno de los periódicos más extraordinarios de los Estados Unidos y, sin lugar a dudas, uno de los mejores, es The Christian Science Monitor con sede en Boston”.

La excelencia del contenido del Monitor se evidencia también en los numerosos premios que el diario y sus periodistas recibieron después de nuestro último informe. La serie de actualidad “Children in Trouble” (Niños en tribulación), por Howard James, produjo un impacto tan instantáneo, para bien, que desde el primer número recibió reconocimiento oficial por medio de una Comisión del Congreso y una cadena nacional de televisión en los Estados Unidos. Y ahora, por tres años consecutivos, el Monitor ha recibido el Premio Pulitzer por sus reportajes, esta vez por la serie de Robert Cahn sobre la conservación de nuestros parques nacionales.

Los artículos religiosos que aparecen en la página The Home Forum, son traducidos en la actualidad a 22 idiomas, incluyendo el húngaro y el indonesio.

Necesitamos más Agentes de Suscripciones. Ésta es una labor que trae muchas recompensas. Por ejemplo, hace como dos años, una iglesia de Arizona designó una Agente del Monitor. Esta persona trabajó con mucho entusiasmo. Aunque ella dice que no es una vendedora, he aquí lo que ocurrió: La iglesia, después de celebrar sus reuniones en el fondo del edificio de la biblioteca pública durante varios años, ahora, por haberse triplicado el número de miembros, tiene que comenzar a edificar su propio edificio. Este aumento se debió en gran parte a que la Agente de Suscripciones dio a conocer la Ciencia Cristiana a la comunidad por medio del Monitor.

Acaba de aparecer la traducción al alemán del libro A Century of Christian Science Healing (Un Siglo de Curación por medio de la Ciencia Cristiana). Y el trabajo está muy adelantado en las traducciones al español, portugués y francés.

Acabamos de informar acerca de lo bueno. Veamos ahora algunos de los problemas.

Los diarios y revistas se encuentran hoy ante una tremenda crisis. Nuestras publicaciones no son una excepción. El coste de mano de obra, del papel y de la tinta se ha ido por las nubes. Además, hay que competir con la televisión, la que ofrece una información inmediata y atractiva.

El Journal, el Sentinel, el Trimestral y los Heraldos necesitan de vuestro especial apoyo. Respecto a esto, queremos informarles que los Fideicomisarios han proyectado un programa de expansión de estas publicaciones a partir de setiembre del año en curso. Dicho proyecto incluirá inspiradas charlas que serán ofrecidas al Movimiento por los Redactores. Mientras tanto, hay mucho que Uds. pueden hacer. Primero, renueven su suscripción oportunamente; segundo, alienten a aquellos miembros de la iglesia que no estén subscritos a estas publicaciones a que lo hagan.

Obsequien suscripciones así como lo hacen con las del Monitor. El mensaje regenerador no tiene fecha. El dar y distribuir las publicaciones periódicas es hacer mucho por el mundo.

Cuando sepan de curaciones resultantes de la lectura de los artículos de nuestras publicaciones periódicas, comuníquenselo al Departamento de Redacción del Journal, Sentinel y el Heraldo.

¡Qué grandiosa oportunidad tenemos de hacer algo por nuestro mundo por medio de nuestras publicaciones periódicas! Podemos llevar al mundo el mensaje del Cristo, el mensaje que sana con certeza científica. Todos nos encontramos dedicados a esta gran obra de elevar el pensamiento del mundo. Hagamos circular la palabra impresa — difundámosla amplia y efectivamente.

Informe del Gerente del Departamento de Filiales y Practicistas,

¿Qué podemos hacer por nuestro mundo? ...

El mundo necesita tener un concepto más elevado, más práctico, más apropiado acerca de la iglesia... ¡Demostrar la Ciencia Cristiana es la demanda de nuestros tiempos! Cuando Jesús sanó a un hombre que había nacido ciego, algunos hicieron grandes esfuerzos por rechazar la declaración del hombre respecto a su curación. La respuesta del hombre a todos ellos llevaba el toque infalible de la convicción: “Una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo” ... (Juan 9:25).

La “División Practicistas” de este departamento fue creada en octubre pasado. Desde entonces nos hemos mantenido en comunicación con los practicistas de todas partes del mundo...

Nuestras metas y planes para acercarnos a las filiales de La Iglesia Madre están encaminados a servirlas más eficazmente. Notamos índices de progreso. Consideramos esto como señal de un despertar general. Indonesia es un ejemplo conmovedor de lo que el estudio entusiasta de la Ciencia Cristiana y el trabajo vivificante y fundamental de la iglesia pueden hacer.

Puede asegurarse que las filiales que se han propuesto metas asequibles y han establecido planes sabios para alcanzarlas han experimentado un progreso renovado y notable.

Estamos alentando a las organizaciones de la Ciencia Cristiana en las universidades a que acepten su más grande desafío, a que participen llevando un ímpetu espiritual más vital a sus comunidades universitarias.

Una forma en que las filiales de La Iglesia Madre y las organizaciones universitarias pueden satisfacer ese anhelo, es demostrando individualmente la Ciencia Cristiana de una manera más significativa a aquellos con quienes están en contacto en el mundo que los rodea.

Relatos de curaciones por la Ciencia Cristiana leídos

Se leyó una selección de testimonios relatando curaciones efectuadas por medio de la Ciencia Cristiana, de cólera, esclerosis múltiple, asma y acné; lesiones en el cerebro, diabetes, úlceras gástricas, artritis y reumatismo; neumonía, apendicitis, septicemia, enfermedades del corazón, enfermedades venéreas y la afición por las drogas. Estos relatos de curaciones recibidos de todas partes del mundo, indicaron el continuo alcance de la Ciencia Cristiana para bendecir a toda la humanidad.

Discurso de la Nueva Presidenta de La Iglesia Madre,

El tema de esta reunión, “¿Qué podemos hacer por nuestro mundo?” unifica los corazones y fortalece las manos de los Científicos Cristianos del mundo entero...

La Iglesia Madre está empeñada en la emancipación de la humanidad... ¿No es éste el propósito para el cual Mrs. Eddy la fundó? Mrs. Eddy dice en Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras (pág. 223): “El racionalismo espiritual y el libre pensamiento acompañan a la Ciencia que se va acercando, y no se pueden descartar. Ellos emanciparán a la humanidad, y suplantarán los métodos no científicos y las tal llamadas leyes”.

La turbulencia en que se halla la sociedad hoy en día es una prueba de que la humanidad está buscando desesperadamente la racionalidad y la libertad de pensamiento. Pero éstas no se obtienen por medios materiales. Observen la tensión entre las naciones, la intranquilidad en el campo de la educación, el bajo nivel de moralidad, el uso extensivo de las drogas. Tales fenómenos son irracionales. Son el fruto del temor. Demuestran que un esfuerzo por liberar el pensamiento materialmente, sin una comprensión del Principio divino, conduce a la esclavitud.

La humanidad ansia una religión que concuerde con la promesa de Cristo Jesús: “El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también” (Juan 14:12)...

La Ciencia Cristiana explica la existencia desde un punto de vista racional. Rompe las cadenas del materialismo y pone al alcance de los hombres los medios de la gracia de Dios para restablecer y mantener la salud, la felicidad y la armonía.

En tanto se crea que el hombre es material, los hombres continuarán siendo impulsados por el egoísmo y divididos por razas, credos, y color. Cuando se comprenda que el Padre universal es la sola y única Mente, y que se refleja en el hombre y en el universo, la hermandad de los hombres se fundará en el Principio y se gobernará por el Amor.

¿Qué podemos hacer por nuestro mundo? La Ciencia Cristiana nos da reglas definitivas por medio de las cuales se está sanando la enfermedad, se está destruyendo el pecado, se está aliviando la pobreza y acallando la lucha...

Lo que La Iglesia Madre puede hacer y está haciendo por el mundo es llevar esta gran verdad liberadora por todas partes. Éste es el propósito para el cual Mrs. Eddy la fundó.

¿Qué necesita La Iglesia Madre para seguir llevando a cabo su misión? Necesita la dedicación, la integridad, y el amor de sus miembros individualmente. Cada miembro es importante; cada miembro tiene que ocuparse en comunicar las verdades profundas de la Ciencia Cristiana. En la espiritualidad y quietud de su propia comunión diaria con Dios, le serán revelados los medios y arbitrios eficaces para ayudar a su prójimo, y su celo será guiado por la sabiduría.

A medida que pesamos el alcance de nuestra capacidad individual y nuestra responsabilidad para ayudar y bendecir a nuestro mundo por medio de nuestra demostración de la Ciencia Cristiana, crece nuestra apreciación y nuestro amor por nuestra Guía. El movimiento entero de la Ciencia Cristiana, con su vasto potencial para traer salvación a toda la raza humana, es un tributo a la dedicación, al valor y al amor abnegado de una mujer excepcional, designada e inspirada por Dios.

¿Y qué no podremos hacer por nuestro mundo, si seguimos adelante unidos en propósito para vivir y demostrar realmente la Ciencia Cristiana? Oremos para que por medio de nuestras vidas y de nuestro amor, el mundo pueda reconocer la racionalidad espiritual y la libertad de pensamiento por medio de las cuales la Ciencia del Cristianismo está emancipando a la raza humana.

Dios está bendiciendo magníficamente a esta querida Iglesia. Dios la ha guardado y guiado a través de los años. Tenemos que estar preparados, espiritual, funcional y prácticamente, para el crecimiento de nuestro movimiento que se aproxima. Nuestro amor y nuestra expectativa deben abrazar al mundo.

La Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana dice: “Los elementos de la tierra baten en vano contra las inmortales murallas de esta Ciencia. Imperturbable y eterna perdurará por los siglos, atravesará incólume por las oscuras poternas del tiempo y en todo campo de batalla se elevará más alto en el aprecio de los pensadores y en los corazones de los cristianos” (Miscellaneous Writings, Escritos Misceláneos, página 383).

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