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[Original en holandés]

Meses atrás, mientras ejecutaba...

Del número de abril de 1971 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Meses atrás, mientras ejecutaba ciertos ejercicios de gimnasia, me disloqué un pie. Sentí un dolor muy desagradable que me dificultaba caminar normalmente. Aunque de inmediato negué el dolor, cada día empeoraba. Esta molestia continuó por varias semanas, durante las cuales fui a Holanda en compañía de mi hija que iba a estudiar allí.

Al llegar, me puse inmediatamente en comunicación con una practicista de la Ciencia CristianaChristian Science: Pronunciado Crischan Sáiens., y durante los días subsiguientes hubo una leve mejoría. Pero un día en que mi hija y yo buscábamos durante horas una habitación para ella, sentí que no podía continuar por más tiempo. Hasta el apretar el acelerador del automóvil me causaba dolor en el pie.

Llamé nuevamente a la practicista y le pedí una entrevista. No fue posible concertarla hasta después de algunos días, y esto me obligó a que yo mismo corrigiera mi pensamiento. A la mañana siguiente leí el folleto “La Confianza Absoluta y la Curación” (edición holandesa), y le presté atención especial a un artículo que revelaba la importancia de expresar amor. Lo fui meditando, palabra por palabra, y sentí una serena paz y felicidad. Luego estudié la Lección-Sermón a fondo. Después de eso percibí que todo estaba totalmente bien, lo que por cierto probó ser el caso. Desde ese día no volví a tener ninguna dificultad en ese pie.

Como esa fue la segunda curación que se efectuó por medio de mi propio esfuerzo basado en la oración, me sentí, y todavía me siento, muy agradecido. Sé que en esta circunstancia el consejo de la practicista me ayudó muchísimo, y el consejo fue que yo no debía tratar de corregir algo que estaba mal — puesto que, en realidad, no había nada malo que corregir, sino que tenía que comprender cabalmente que la Mente divina es Todo y gobierna al hombre. Esta verdad y el hecho de que el hombre no tiene otra mente sino la de Dios, y por lo tanto es completamente perfecto, continúa bendiciéndome.

Durante los últimos años nuestra familia ha comprobado muchas curaciones, por las que todos nos sentimos sumamente agradecidos. Ahora nuestro gran deseo es recibir clase de instrucción en Ciencia Cristiana. Relacionado con esto, está el deseo de familiarizar a otras personas con el gran descubrimiento de Mary Baker Eddy.



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