"Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu sueño será grato” nos dice la Biblia ( Prov. 3: 24) .
Cuando te vayas a la cama por la noche podrás tener sueños gratos. No hay necesidad de que tu sueño sea interrumpido por pesadillas. De manera que si alguna vez tienes pesadillas, la Ciencia Cristiana, la ley de Dios, puede ponerles fin y darte hoy mismo sueños placenteros.
¿Qué es lo ques nos hace soñar? ¿Qué podemos hacer sobre esto? Mrs. Eddy escribe en Ciencia y Salud (pág. 249): “Uno dice: ‘Yo soñé anoche’. ¡ Qué equivocación es ésta! El Yo es el Espíritu. Dios nunca duerme, y Su semejanza nunca sueña”.
Dios, Espíritu, no nos hace soñar, porque Dios es la Mente inteligente. Esta Mente perfecta es nuestra única Mente verdadera. Somos ideas de Dios o hijos del bien. Él nos hizo a Su semejanza, y siempre podemos tener pensamientos correctos y afectuosos que nos mantengan salvos y contentos.
Si tenemos sueños perturbadores quizás se deba a que nos hemos olvidado de Dios por un momento. Necesitamos saber que Dios es Mente, y que Él nos da pensamientos buenos para protegernos y guiarnos durante la noche. Es necesario que sepamos que Dios está siempre presente para consolarnos y calmar aquellos pensamientos turbados que nos hacen tener sueños confusos cuando dormimos.
La hora de acostarse es tiempo para la oración, es un momento en que debemos quedarnos quietos y recordar todo lo que sabemos acerca de Dios y del hombre. Dios es el único legislador, el único poder sobre nosotros, y nosotros somos como ovejas en Sus brazos.
¿Qué importa si te sientes avergonzado o temeroso por haber hecho algo durante el día que no estaba bien? Dios, la Verdad divina, te dará un mensaje angelical, un pensamiento puro que hará desaparecer el pensamiento incorrecto y te ayudará a ser más obediente a Él. Dios te ama a ti, a mí, y a todos, y sólo Él nos conoce como somos en realidad — Sus ideas afectuosas y perfectas.
A muchos niños les gusta que sus mamás y papás los escuchen decir sus oraciones por las noches. Algunas veces ellos pueden enseñarte a orar. Pero, mejor todavía es saber que puedes aprender a orar por y para ti mismo sin que nadie esté contigo para escucharte.
Un niño que asiste a la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana contó cómo la oración realmente le había dado resultado. Una noche se sentía triste e inquieto, y no podía dormirse. Era huérfano y no tenía padres a quien llamar. Entonces se volvió a Dios, el Amor divino y preguntó en voz alta: “¡Dios! ¡Dios! ¿ Podré dormirme?” y Dios respondió: “Sí”. “¡Y me dormí!” nos dijo. Descansó bajo el cuidado de su Padre-Madre, Dios. El estar a solas con Dios en oración nos hace tener sueños gratos y libres de todo temor.
Cristo Jesús dijo (Mateo 6:6): “Cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”.
Cualquiera que sea lo que dé motivo a las pesadillas, habla con tu Padre celestial y pídele que te ayude. Él te llenará de amor, y te guiará y dirigirá en todos tus caminos. Un vaso de leche tibia antes de acostarte o el dejar una luz encendida durante la noche, no quitan las pesadillas. Pero el poder de Dios sí puede quitarlas, y, por medio de la oración, podrás sentir y conocer este poder sanador.
El hombre es espiritual, la imagen o idea del Espíritu, Dios. Él vive en el Espíritu, y el Espíritu está aquí mismo, no en un lugar lejano. El Espíritu es Vida, y todo lo que vive o existe es sostenido por el Espíritu. ¡ Cuán protegido estás! Cuando llega la hora de dormir y te vas a tu cuarto aún estás con Dios y te rodea todo Su amor. Recuerda esto y tu pensamiento será puro y fuerte, y tus sueños gratos.
Cuando estés en tu cama puedes decir la oración que Mrs. Eddy escribió para los niños (Miscellaneous Writings — Escritos Misceláneos, pág. 400):
Padre-Madre Dios
en Tu amor
guárdame al dormir,
guía mis pies al ir
de Ti en pos.
