En 1914, durante una penosa experiencia, emprendí el estudio de Ciencia Cristiana. Estoy profundamente agradecido a Dios por Cristo Jesús y por Mrs. Eddy, por el regocijo y las múltiples bendiciones que esta enseñanza me ha traído.
En 1922, mientras me hallaba con una cuadrilla constructora de puentes, me lastimé seriamente la espalda. Me correspondía una indemnización del Estado, pero me la negaron porque rehusé someterme a una operación quirúrgica. Estuve en cama por una semana, pero con la ayuda de un practicista de la Ciencia Cristiana fui curado en dos semanas. Como me sentía bien, me presenté a mi trabajo. Pero, debido a que el médico había dicho que sin una operación quedaría incapacitado para toda la vida, no me creyeron que estaba sano.
Le insistí al capataz, y finalmente me puso de nuevo a trabajar. Trabajé durante veinte años, hasta que me jubilé a la edad de sesenta y cinco años. Eso fue en 1942. Luego continué ocupado en diversos empleos durante los diez y seis años siguientes. Todavía estoy activo, cuidando de dos propiedades que adquirí al mudarme aquí.
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