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Hace unos tres años me encontraba...

Del número de julio de 1972 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Hace unos tres años me encontraba cursando el último año de escuela superior.

Quisiera dar este testimonio porque pienso que puede ayudar a algún fatigado buscador de la Verdad.

La razón de que mencione que me encontraba cursando el último año de escuela superior es porque hace más o menos siete años yo creía que nunca terminaría mis estudios secundarios. Abandoné la escuela después de fracasar en mis estudios. Dejé la Ciencia Cristiana al fracasar en ellos, y caí junto al camino. Comencé a vagar con malas compañías y empecé a beber. Sin embargo, de alguna manera debo haberme dado cuenta de que no podía apartarme de la Ciencia Cristiana ni de Dios porque la buena semilla de que el hombre es la imagen de Dios había sido sembrada en mi pensamiento. Esto me capacitó para vencer completamente el deseo de beber. Dejé de tomar, aun cuando todavía no había vuelto a la Ciencia Cristiana.

Dejé de asistir a la escuela dos años. Entonces me di cuenta de que simplemente estaba desperdiciando mi vida, así es que decidí regresar a la escuela sin importarme que los otros muchachos pudieran reirse de mí porque tendría unos dos años más que el promedio de los estudiantes. Un día, de pronto me di cuenta de que debía volver a la Ciencia Cristiana por ayuda. Un domingo fui a una Iglesia de Cristo, Científico, y después del servicio una maestra de la Escuela Dominical me preguntó si me gustaría asistir a la Escuela Dominical el próximo domingo. Acepté y fui el domingo siguiente y desde entonces no he dejado de ir. La Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana ha sido para mí una experiencia satisfaciente.

Tengo muchas cosas por las cuales estar agradecido, pero la más importante es que después de regresar a la escuela comencé a progresar rápidamente con la ayuda de la Ciencia Cristiana. En el último año de mis estudios secundarios obtuve distinción de honor en los cuatro trimestres. Anteriormente jamás había obtenido una distinción de honor. Desde que he estado estudiando Ciencia Cristiana he aprendido en la escuela con menos esfuerzo. Recuerdo que antes de abandonar la escuela estudiaba tenazmente y, sin embargo, no obtuve calificaciones superiores al promedio. Ahora no tengo que estudiar tanto y tengo más tiempo para estudiar Ciencia Cristiana. Mis calificaciones han sido mucho mejores que antes.

Cuando rindo un examen es maravilloso ver que la inteligencia divina está presente para darme las respuestas correctas. Sé, y lo he comprobado, que Dios es todo inteligencia y que el hombre es creado a la imagen y semejanza de Dios y que, por lo tanto, refleja la inteligencia divina.

Otra razón para dar este testimonio es que quiero probarle al mundo que un adolescente que ha caído puede levantarse y luchar para encontrar su camino de regreso a Dios.

Estoy profundamente agradecido por Cristo Jesús, el Mostrador del camino, por la Ciencia Cristiana y por Mrs. Eddy, la Fundadora de esta maravillosa religión. Estoy muy feliz de ser miembro de La Iglesia Madre.


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