Por varios años he tenido el privilegio de leer y escuchar muchos testimonios, todos los cuales he disfrutado. Considerando algunos de ellos de gran ayuda, siento que es tiempo de compartir una curación que tuve hace seis años, que me demostró, como dentista, que la Ciencia Cristiana realmente cura.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!