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Un asunto basado en la ley

Del número de abril de 1985 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Una estudiante de Ciencia Cristiana sanó de las lastimaduras ocasionadas por una caída en la escalera de su casa. Había caído con bastante fuerza, golpeándose la espalda contra el borde del último escalón. Ella recuerda haber estado consciente de la firme convicción de que un accidente no podía separarla, ni por un instante, del tierno cuidado de Dios. Este mensaje angelical la animó y la calmó. De inmediato recurrió a la oración cristianamente científica que, en ocasiones anteriores, la había sanado muchas veces.

Pasó varios días y noches sentada en una silla recostada sobre almohadones. Las instrucciones de la Ciencia Cristiana para tratar los efectos de un accidente son claras: “Declarad que no estáis lesionados y comprended el porqué, y veréis que los buenos efectos resultantes estarán en proporción exacta a vuestro descreimiento en la física y a vuestra fidelidad a la metafísica divina, vuestra confianza en que Dios es Todo, según declaran las Escrituras que es”.Ciencia y Salud, pág. 397. Esta cita se encuentra en Ciencia y Salud por la Sra. Eddy.

Mediante el estudio diligente de la Biblia, y de los escritos de la Sra. Eddy, la Científica Cristiana trató de comprender mejor la razón por la cual ella no podía estar lesionada. La Ciencia Cristiana enseña que el hombre es la idea espiritual de Dios, la expresión de Dios. La Biblia declara específicamente que Dios es Espíritu (ver Juan 4:24); que Dios es Amor (ver 1 Juan 4:8); que Dios es veraz (Ver 2 Cor. 1:18); que Dios es luz (ver 1 Juan 1:5). Por tanto, se deduce por lógica que el hombre expresa la fueza del Espíritu, la irradiación del Alma, la ternura del Amor, la naturaleza impecable de la Verdad. ¡Ciertamente que esto no es la descripción de un pobre mortal sufriente! La Biblia nos enseña que Dios es Pastor, o Padre. El vigila, cuida y protege a Sus hijos. La curación se obtiene mediante la comprensión de que el hombre es una idea en la Mente divina y que no es lo que la mente mortal quisiera hacernos creer, es decir, que es algo físico en un mundo de materia.

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