Jesús realizó grandes obras y enseñó a sus seguidores muchas cosas. Les habló de la relación que tenemos con Dios. Les dijo que somos los hijos e hijas de Dios y que somos importantes para Él. Les habló del amor que nuestro divino Padre tiene por cada uno de nosotros. Y también les enseñó lo que debemos hacer para ser sanos y felices.
En una ocasión, Jesús subió a un monte para hablar a una gran multitud. Se sentó y comenzó a decirles:
• Felices los que desean de todo corazón conocer mejor a Dios, porque de ellos es el reino de los cielos.
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