Soy alumna de una Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana, donde aprendo acerca de la Biblia y las obras de curación de Jesús. También aprendo que Dios es el bien infinito y que Su creación es buena. Nuestros queridos maestros nos muestran que podemos aplicar lo que aprendemos en todas nuestras actividades y apoyarnos en Dios cuando enfrentamos desafíos. Como me gustan los deportes y juego para el equipo de fútbol de mi escuela secundaria, tengo muchas oportunidades de aplicar estas enseñanzas durante los entrenamientos y los partidos.
En julio del año pasado, tuve una experiencia sencilla pero inolvidable, cuando pasé dos semanas en un campamento de verano de la Ciencia Cristiana en Estados Unidos.
En estos campamentos, podemos compartir con nuestros amigos lo que aprendemos en la Escuela Dominical. Los consejeros del campamento nos ayudan a reconocer que Dios está siempre presente, y esto nos hace sentir seguros y en paz en todas nuestras actividades diarias.
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