Conocí la Ciencia Cristiana hace varios años. En aquella época, yo padecía de una dolencia que los médicos llamaron “gota”, la cual me producía un dolor muy fuerte en las coyunturas de los pies, y una inflamación que no me permitía caminar. Yo utilizaba medicinas que me brindaban alivio por uno o dos meses, y cojeaba con un dolor terrible hasta que poco a poco iba cediendo.
Los últimos ataques que tuve, me afectaron los dos pies; pero para entonces yo ya no era simplemente un simpatizante de la Ciencia Cristiana, sino un estudiante de la misma. Entonces, le pedí a un practicista de esta Ciencia, que me ayudara con la oración.
El practicista me dio esta cita del libro Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, para que leyera y estudiara: “La ilusión del sentido material, y no la ley divina, os ha atado, enredado vuestros miembros libres, mutilado vuestras capacidades, debilitado vuestro cuerpo, y desfigurado la tabla de vuestro ser” (pág. 227). Esto me hizo comprender que la enfermedad era como un sueño del cual yo podía despertar, puesto que el sentido material no podía gobernar al hombre espiritual, el reflejo de Dios.
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