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Nosotros tenemos un talento. Todo el mundo lo tiene. Es el talento más poderoso que existe. No hay absolutamente nada que no pueda lograr. Pero es necesario desarrollarlo. Se trata del talento de amar.
Con la ayuda mediante la oración de un practicista de la Ciencia Cristiana, nuestro joven autor superó el temor de no sanar. Lee cómo fue sanado rápidamente al confiar en Dios y dejar de lado el temor.
Después de de orar con persistencia, Jae-Bok empezó a ver un cambio inmediato. Él pasó a sentirse sumamente despierto y alerta, y la somnolencia simplemente desapareció.
Nuestra autora reconoció que su verdadera belleza, y la de todos, es realmente una cualidad espiritual, de manera que tiene que estar siempre presente.
El hombre vive, no para acumular provisión, sino para expresar por siempre su omnipresente abundancia.
Nuestro joven autor comprendió que los pensamientos que decían que estaba herido no eran verdad, porque Dios es bueno y nos da sólo pensamientos buenos. Él aprendió que la Ciencia Cristiana puede ayudarnos eficazmente cuando surge algún problema.
La autora de este testimonio sintió la firme certeza de que ella podía sentir familiaridad, armonía y paz dondequiera que fuera.
Afirmar que el mal es una irrealidad no significa ignorarlo.
Nos complace anunciar una nueva y mejorada experiencia de lectura en JSH-Online. Muchas gracias a los lectores que ofrecieron ideas para simplificar, mejorar y actualizar el sitio.
El verdadero Científico Cristiano hace que cada situación sea una oportunidad para demostrar la Ciencia Cristiana, probar la totalidad del bien y la nada del mal.