El primer párrafo del capítulo titulado “La Oración” en Ciencia y Salud por Mary Baker Eddy fué para mí de gran ayuda durante las múltiples pruebas que tuve que soportar cuando era novicia en el estudio de la Christian Science, al tiempo en que vivía en un país extraño donde no existían ni una sola Iglesia Científica de Cristo ni tampoco una practicista listada en el Christian Science Journal. La primera frase de este párrafo dice: “La oración que reforma al pecador y sana al enfermo es una fe absoluta en que para Dios todas las cosas son posibles,— un entendimiento espiritual de El, un amor abnegado.”
Durante muchos años mientras todavía vivía en los Estados Unidos había estado bajo tratamiento médico y tomando medicinas para una afección digestiva crónica, pero sin resultados permanentes. Siguiendo la recomendación de una amiga pedí ayuda a un practicista de la Christian Science y experimenté una curación inmediata maravillosa. Tanto fué lo que me impresionó que me convertí en una estudiosa de la Christian Science. Siempre le estaré agradecida a la amiga que me alentó a que fuera a ver al practicista.
Entre las muchas curaciones que he recibido mediante la aplicación de la Christian Science deseo citar las de alta presión arterial, infecciones, gripe, inflamación, fiebres, una afección a un ojo muy molesta y muchas otras enfermedades.
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