El primer párrafo del capítulo titulado “La Oración” en Ciencia y Salud por Mary Baker Eddy fué para mí de gran ayuda durante las múltiples pruebas que tuve que soportar cuando era novicia en el estudio de la Christian Science, al tiempo en que vivía en un país extraño donde no existían ni una sola Iglesia Científica de Cristo ni tampoco una practicista listada en el Christian Science Journal. La primera frase de este párrafo dice: “La oración que reforma al pecador y sana al enfermo es una fe absoluta en que para Dios todas las cosas son posibles,— un entendimiento espiritual de El, un amor abnegado.”
Durante muchos años mientras todavía vivía en los Estados Unidos había estado bajo tratamiento médico y tomando medicinas para una afección digestiva crónica, pero sin resultados permanentes. Siguiendo la recomendación de una amiga pedí ayuda a un practicista de la Christian Science y experimenté una curación inmediata maravillosa. Tanto fué lo que me impresionó que me convertí en una estudiosa de la Christian Science. Siempre le estaré agradecida a la amiga que me alentó a que fuera a ver al practicista.
Entre las muchas curaciones que he recibido mediante la aplicación de la Christian Science deseo citar las de alta presión arterial, infecciones, gripe, inflamación, fiebres, una afección a un ojo muy molesta y muchas otras enfermedades.
Estoy especialmente agradecida por la curación de extrema nerviosidad. Las palabras de Pablo a Timoteo (II Tim. 1:7): “No nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de fortaleza, y de amor, y de templanza,” me ayudaron y alentaron mientras trabajaba para resolver este problema.
La Christian Science me ha proporcionado un concepto más claro de Dios y el significado de la vida por lo cual estoy agradecida. Me ha enseñado que para gozar de paz interior es importante para mí que despoje al mal de personalidad al tratar con personas y grupos y que perciba la unidad y totalidad de Dios, la Mente divina.
Mi gratitud va siempre en aumento por el legado de la Christian Science que nuestra Guía, Mrs. Eddy, nos ha hecho mediante su coraje indomitable, su fe y su esfuerzo incesante; por las Lecciones-Sermones en el Cuaderno Trimestral de la Christian Science; por las publicaciones periódicas que son una constante inspiración y por los desinteresados y devotos practicistas que vienen en nuestra ayuda. El ser miembro de La Iglesia Madre y la participación en las actividades de una iglesia filial y haber tomado instrucción en una clase autorizada son privilegios que aprecio profundamente. — México, D.F., México.