Las Salas de Lectura de la Christian Science ofrecen hoy un lugar apacible para el estudio, la oración y el refrigerio espiritual a todo aquel que lo desea. En la Biblia se relata que en varias ocasiones Cristo Jesús se retiró a la montaña para meditar y refrescarse espiritualmente. Se nos cuenta (Mateo 14:23): “Habiendo despedido las multitudes, subió a la montaña aparte, para orar; y cuando anochecía, estaba allí solo.” Seguramente él buscó esta montaña “aparte” por su atmósfera serena de paz y quietud.
Las Salas de Lectura han sido establecidas con el propósito de servir al público, y cada Iglesia Científica de Cristo mantiene una como un servicio a la comunidad; pero la Sala de Lectura es igualmente importante para el miembro de la iglesia. Para él es un santuario. Allí puede abstraerse de las demandas e interrupciones que distraen e interfieren con la paz y quietud que son esenciales para el estudio.
Aun aquel que posee y estudia la Biblia junto con todos los escritos de Mary Baker Eddy, y se subscribe a nuestras publicaciones periódicas, hallará en la Sala de Lectura una atmósfera que bendice y sana, en la cual podrá leer pacíficamente y meditar acerca de las verdades que busca para demostrarlas en su experiencia diaria.
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