Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Dios, el Ser Supremo

Del número de abril de 1959 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


La Christian ScienceNombre que Mary Baker Eddy dió a su descubrimiento (pronunciado Crischan Sáiens). La traducción literal de estas dos palabras es “Ciencia Cristiana”. revela a Dios como el infinito, el Todo. De modo que El es supremo por sobre todo. El es el solo y único Ser en el sentido que El es el solo creador u origen de todo aquello que existe verdaderamente. En realidad nada hay que posea entidad o vida separada de Dios. Pablo dice (Hechos 17:28): “En él vivimos, y nos movemos, y tenemos nuestro ser.” Mary Baker Eddy, con su discernimiento espiritual característico, escribe en “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” (pág. 285): “El momento ha llegado, cuando una noción finita del infinito y de un cuerpo material como el asiento de la Mente tiene que ceder a un concepto más divino de la inteligencia y sus manifestaciones, — al entendimiento más claro que la Ciencia da del Ser Supremo, o el Principio divino, y de su idea.”

Esta verdad absoluta de la supremacía de Dios se demuestra prácticamente en nuestra experiencia humana cuando comprendemos la verdadera naturaleza del hombre inseparable de Dios. Mrs. Eddy dice (ibid., pág. 554): “No hay tal cosa como mortalidad, ni hay actualmente seres mortales, porque el ser es inmortal, como la Deidad, — o, mejor dicho, el ser y la Deidad son inseparables.” Este Ser inmortal, Dios, no es algo teórico, abstracto o remoto. El es el Dios viviente, y el hombre es Su expresión viviente.

Se ve entonces claramente que no basta que meramente conozcamos a Dios. Debemos demostrar el hecho que somos en realidad Su expresión viviendo las cualidades divinas. Entonces llegamos a ser una ley para con nosotros mismos, y esta ley viva gobierna toda nuestra experiencia armoniosamente. Nuestra Guía dice en Miscellaneous Writings (Escritos Diversos, pág. 82): “El hombre es la descendencia y la idea del Ser Supremo, cuya ley es perfecta e infinita. En obediencia a esta ley, el hombre está siempre desarrollando las beatitudes inagotables del Ser; pues él es la imagen y semejanza de la Vida, la Verdad y el Amor infinitos.”

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / abril de 1959

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.