¡ Cuán vigorizante es la comprensión de que nuestra fortaleza proviene del Señor! No atribuyendo ya más la debilidad y el cansancio a deficiencias corporales, los estudiosos de la Christian Science están despertando a la fuente verdadera de la fortaleza y están abandonando el concepto errado de que la energía y la vitalidad pueden ser hallados en la materia exenta de inteligencia.
Una sensación de cansancio a menudo oculta las sugestiones más sutiles del aburrimiento, el desaliento o la aversión al deber. El ángel de la inspiración, la revelación de la Verdad a la consciencia, es el remedio único, siempre presente y efectivo para la sensación del cansancio. Y Dios, la Mente infinita, incesantemente imparte este ángel a Su manifestación, el hombre.
La inspiración divina inunda el pensamiento receptivo de ideas puras y desinteresadas. El esfuerzo empleado bajo la dirección de Dios en acciones misericordiosas y caritativas no es jamás agotador. En la Biblia leemos (Isaías 40:31): “Los que esperan a Jehová adquirirán nuevas fuerzas; se remontarán con alas, como águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no desfallecerán.” El Amor bendice abundantemente la actividad justa con vitalidad y vigor renovados.
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