Este testimonio es ofrecido con profunda devoción y la esperanza que pueda infundir el coraje a alguien que está buscando la liberación de la esclavitud. La Christian Science me sanó de artritis reumatoidea, dolencia para la cual había estado bajo tratamiento hacía ya algún tiempo. Los médicos que me atendían me informaron que no podían hacer nada más por mí, excepto continuar con sus tratamientos para aliviarme al menos de los dolores ya que ellos no conocían cura para ese mal. Yo me resistía a aceptar este veredicto de invalidez permanente, y en mi extremidad oré pidiendo la guía divina.
Mi oración fué respondida, pues me fué regalada una pequeña edición de algunos de los escritos de Mary Baker Eddy, con las alentadoras palabras de que su contenido me ayudaría. Leí en la página 15 de Christian Healing (Cura cristiana) lo siguiente: “Pedís a Dios que os sane, pero ¿ deberíais esperar esto cuando en realidad os comportáis en completa oposición a vuestra oración, apelando a todo menos a Dios, creyendo que la enfermedad es algo que El no puede sanar, pero que la medicina es capaz de hacerlo? ¡Como si las drogas pudieran ser superiores a la Deidad!” Me di cuenta entonces que lo que me hacía falta era la comprensión de Dios.
En esa época no sabía nada acerca de la Christian Science, mas una oración completa es aquella que recibe respuesta. Compré la Biblia, “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” por Mrs. Eddy, y un Cuaderno Trimestral de la Christian Science, y una practicista me enseñó amablemente cómo debía estudiar la Lección-Sermón. Sabía que había hallado el camino de la liberación. A medida que la verdad del ser se revelaba a mi consciencia mi cuerpo experimentaba una gran transformación. Mis torcidos brazos, manos y pies se enderezaron, ya no tenía que apoyarme sobre muletas, pues me hallaba completamente libre. Estoy muy agradecida por esta curación física, pero mucho más lo estoy por el crecimiento espiritual que he obtenido en la religión a la cual me guió Dios.
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