Muchas son las curaciones que he experimentado mediante la Christian ScienceNombre que Mary Baker Eddy dió a su descubrimiento (pronunciado Crischan Sáiens). La traducción literal de estas dos palabras es “Ciencia Cristiana”.. La primera fué de asma crónica y de una alergia al perfume de jazmín que me afectaba las cuerdas vocales. Apenas sentía el perfume de jazmín me quedaba sin voz.
Hace como nueve años comencé a estudiar la Christian Science y poco tiempo después fuí sanada. No hace mucho alguien me dió unos jazmines que puse en la mesa del comedor, donde los conservé varios días, consciente que nada puede dañar al ser verdadero. Gocé su dulce perfume sin que me causara dificultad alguna.
Estoy agradecida no sólo por las curaciones pero sobre todo por la comprensión espiritual que obtenemos del estudio de la Christian Science. Los adherentes sinceros de casi todas las religiones cristianas leen tanto del viejo como del nuevo testamento, pero el significado espiritual de la Biblia no es explicado en otras religiones tan a fondo como lo hace la Christian Science. Al estudiar nuestro libro de texto, Ciencia y Salud por Mrs. Eddy, percibimos que Dios es Amor perfecto y que el hombre, Su imagen y semejanza espirituales, no puede expresar ninguna otra cosa que el amor.
Un miércoles por la mañana desperté con fiebre y muchos dolores en todo el cuerpo. Traté de incorporarme en la cama pero no me fué posible, así es que inmediatamente me puse a orar y a esclarecer mi pensamiento. Repetí “La Oración Diaria” que aparece en el Manual de La Iglesia Madre por Mrs. Eddy (Art. VIII, Sec. 4), y “la declaración científica del ser” que se halla en la página 468 de Ciencia y Salud.
Más tarde leí algunos pasajes de la Biblia incluso el Salmo veintitrés y este verso del Salmo veintisiete que dice: “¡Jehová es mi luz y mi salvación! ¿de quién temeré? ¡Jehová es la fortaleza de mi vida! ¿de quién me espantaré?”
También expresé mi gratitud por el hecho de ser una Científica Cristiana, y leí varios pasajes de nuestro libro de texto, tal como el que aparece en la página 393, que dice así: “Levantaos en la fuerza del Espíritu para resistir todo lo que sea desemejante al bien. Dios ha hecho al hombre capaz de esto, y nada puede invalidar la capacidad y el poder divinamente otorgados al hombre. Sed firmes en vuestra comprensión de que la Mente divina gobierna y que en la Ciencia el hombre refleja el gobierno de Dios.”
Sin embargo, la condición no cedió en el curso del día. No podía comer y me sentía tan sin fuerzas que mis piernas apenas si me sostenían. Aquella noche mi esposo me llevó a la reunión de testimonios de los miércoles. Cuando nos pusimos de pie para cantar el primer himno me sentía débil, pero a medida que progresaba el servicio, me fui olvidando de la dificultad.
Cuando cantamos el último himno me hallé consciente del cambio radical que se había operado en mi condición durante la reunión y me regocijé acordándome de estas palabras (Salmo 100:4): “¡Entrad en sus puertas con acciones de gracias, y en sus atrios con alabanza!” La condición discordante no volvió a repetirse.
Estoy agradecida por ser miembro de La Iglesia Madre y por el privilegio de servir en varios comités en una iglesia filial, y por toda nuestra literatura de la Christian Science, sobre todo por las obras de nuestra Guía, Mrs. Eddy. Agradezco también por todas las bendiciones obtenidas por medio del estudio de la Christian Science.— México, D.F., México.