Deseo compartir este testimonio en señal de profunda gratitud a Dios por la Christian Science, y por las bendiciones que he recibido a través del estudio y la aplicación de sus enseñanzas. Nuestra familia ha experimentado muchas curaciones, algunas de las cuales fueron mencionadas hace algunos años en otro testimonio mío. Un fin de semana mi hijo cayó enfermo, y después de guardar cama dos días, pudo ir a su trabajo al tercer día no sin gran esfuerzo. Pero después de algunas horas, se sintió tan mal que su jefe insistió que consultara a un médico en seguida.
La condición fué diagnosticada como una grave ictericia, y el médico le aconsejó que se internara en un hospital para ponerse bajo tratamiento y además que tomara un mes de descanso guardando cama. Mi hijo rogó que fuera llevado a casa y al llegar me pidió que escribiera a un practicista de la Christian Science.
Se comenzó el tratamiento según la Christian Science, y mi hijo empezó en seguida a mejorar. Después de dos o tres días, pudo quedarse levantado casi todo el tiempo y poco después volvió a su trabajo completamente sano.
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