La creencia mortal declara que el hombre se halla revestido de carne material, que él vive en una morada material y que esta habitación material se halla situada en un universo igualmente material. En razón de que este concepto material tomó cierto tiempo para evolucionar, la creencia mortal se vale del argumento llamado tiempo como algo sobre lo cual basar lo que declara ser verdadero.
La Christian Science, con su revelación de la verdad del ser, expone la mentira, la total invención llamada tiempo. En el libro de texto Ciencia y Salud, Mrs. Eddy declara (págs. 468, 469): “La eternidad, no el tiempo, expresa la idea de la Vida, y el tiempo no es parte de la eternidad. El uno cesa en la proporción en que la otra es reconocida. El tiempo es finito; la eternidad es por siempre infinita. La Vida no está en la materia, ni procede de ella. Lo que se llama materia es desconocido para el Espíritu, el cual incluye en sí mismo toda substancia y es Vida eterna. La materia es un concepto humano.”
En vista de que el factor tiempo no existe ni puede existir en la eternidad, no forma parte de la Mente deífica, el Espíritu. De igual manera, la materia, el opuesto del Espíritu, no tiene lugar en la creación divina en vista de que no es concebida ni desarrollada por Dios, el Espíritu. Ya que en realidad existe una sola Mente, esta Mente o inteligencia divina infinita debe por fuerza ser la inteligencia o consciencia del hombre; de modo que tanto el hombre verdadero, la idea de Dios, cuanto la Mente divina están inconscientes de la evidencia de la materia y del pasar del tiempo.
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