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Sobreponiéndose al tiempo

Del número de abril de 1961 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


La creencia mortal declara que el hombre se halla revestido de carne material, que él vive en una morada material y que esta habitación material se halla situada en un universo igualmente material. En razón de que este concepto material tomó cierto tiempo para evolucionar, la creencia mortal se vale del argumento llamado tiempo como algo sobre lo cual basar lo que declara ser verdadero.

La Christian Science, con su revelación de la verdad del ser, expone la mentira, la total invención llamada tiempo. En el libro de texto Ciencia y Salud, Mrs. Eddy declara (págs. 468, 469): “La eternidad, no el tiempo, expresa la idea de la Vida, y el tiempo no es parte de la eternidad. El uno cesa en la proporción en que la otra es reconocida. El tiempo es finito; la eternidad es por siempre infinita. La Vida no está en la materia, ni procede de ella. Lo que se llama materia es desconocido para el Espíritu, el cual incluye en sí mismo toda substancia y es Vida eterna. La materia es un concepto humano.”

En vista de que el factor tiempo no existe ni puede existir en la eternidad, no forma parte de la Mente deífica, el Espíritu. De igual manera, la materia, el opuesto del Espíritu, no tiene lugar en la creación divina en vista de que no es concebida ni desarrollada por Dios, el Espíritu. Ya que en realidad existe una sola Mente, esta Mente o inteligencia divina infinita debe por fuerza ser la inteligencia o consciencia del hombre; de modo que tanto el hombre verdadero, la idea de Dios, cuanto la Mente divina están inconscientes de la evidencia de la materia y del pasar del tiempo.

Y aun más, visto que esta Mente única es la base o causa única, siempre debe haber ocupado el campo de la existencia enteramente para sí misma, y obviamente mantiene esta condición de absoluta supremacía.

El estudiante de la Christian Science que percibe estas verdades se da cuenta del carácter ilusorio del tiempo y la materia, el pecado y la enfermedad, el principio y el fin, el nacimiento y la muerte. De manera que se regocija en la presencia eterna de la actualidad como el día de la salvación, el día en que puede percibir que existe sólo como la idea perfecta de la Mente divina única, Dios.

Equipado con esta comprensión espiritual de su identidad verdadera, el Científico Cristiano se regocija que puede decir al igual que Pablo: “¡ Yo me muero todos los días!” (I Corintios 15:31), es decir, puede vencer progresivamente a las creencias mortales del tiempo y la existencia. Percibe que al morir en las creencias de la carne, todavía retendría estas creencias, en tanto que al morir de las creencias de la carne, resucita de ellas y eventualmente ascenderá por sobre el sentido del tiempo con sus limitaciones y su esclavitud.

Se eleva por encima de la creencia de que debe morir apartándose del cuerpo para obtener inmortalidad, y alcanza la comprensión de que en vista de que es la idea inmortal de la Mente inmortal no debe morir para obtener la vida eterna, pues ya la posee.

Cristo Jesús, nuestro gran Modelo, se sobrepuso a las creencias del tiempo y la vida en la materia; se trasladó de un lugar a otro instantáneamente por lo menos en una ocasión; la provisión fué manifestada inmediatamente para alimentar a la multitud; probó que la vida es inmortal, eterna, al restaurar a la hija de Jairo, al hijo de la viuda de Naín y a su propio amigo Lázaro; y cuando surgió triunfante de la tumba, demostró la senda de la victoria sobre la muerte para sí mismo y para todos aquellos que aceptan sus enseñanzas y ejemplo. Probó que el hombre es el hijo de Dios.

La gratitud se hace más profunda en los corazones de los estudiantes sinceros y devotos de la Christian Science por el trabajo desinteresado e incansable de su veneranda Guía, Mrs. Eddy, que reveló la Ciencia del Cristianismo. A través de esta Ciencia ellos adquieren la comprensión mediante la cual pueden hacer frente y vencer a la creencia falsa del tiempo.

No es en realidad el tiempo mismo, mas es la creencia en el transcurrir del tiempo lo que parecería ocasionar la vejez, con sus acompañantes creencias de la debilidad, las facultades deterioradas, las actividades limitadas y demás. Jesús dijo (Juan 17:3) “Esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, solo Dios verdadero, y a Jesucristo a quien tú enviaste.” La Christian Science enseña que una comprensión de Dios como la Vida, la dad y el Amor infinitos destruye todo aquello que contradice el bien.

Si parecería que estuviésemos experimentando la carencia o el sufrimiento de alguna especie, si nos enfrenta el pecado y nos vemos agobiados por el temor de la muerte, sólo debemos percibir que en vista de que Dios es el creador único, estas experiencias están tomando lugar sólo en una consciencia mortal ficticia; son desconocidas para la Mente divina. Debemos darnos cuenta además que el eterno ahora está lleno de la Vida, la Verdad y el Amor, y que como ideas de Dios vivimos una vida inexpugnable y segura en la Mente.

Ni la materia ni el tiempo han existido jamás, ni podrán existir, pues el Espíritu llena todo el espacio; el Amor está siempre presente y Dios, el bien, es el Todo.

El hombre sempiterno, ilimitado e indestructible está aquí ahora; y éste es el único hombre.

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