En la Biblia leemos lo siguiente (Salmo 29:2): “¡ Tributad a Jehová la gloria debida a su nombre! ¡ inclinaos a Jehová en la hermosura de la santidad!” Y ¿ en qué consiste esta hermosura de la santidad? ¿ Cómo nos inclinamos a Jehová en la hermosura de la santidad?
La Christian Science enseña que la hermosura verdadera es espiritual y es una cualidad importante de Dios, el Alma. Es reflejada individualmente por cada una de las ideas de Dios. Es justo entonces que reclamemos para nosotros mismos y para todos los demás una manifestación exterior de esta hermosura, que inherentemente es nuestra como hijos e hijas de Dios. Pero antes de poder reclamar la hermosura o verla expresada en nuestra experiencia humana debemos comprender lo que significa en realidad.
¿ Es acaso jactancioso o egotístico decir: “Yo soy hermosa,” o, “Quiero ser hermosa”? No, si la hermosura es contemplada como una cualidad espiritual tal como lo son la bondad y la integridad. “La hermosura de la santidad” por cierto significa la belleza de los pensamientos buenos y espirituales. Cada pensamiento hermoso, cada acto desinteresado, cada expresión de amor, todo se manifiesta exteriormente en hermosura. Nuestros cuerpos humanos y nuestro medio ambiente material son la manifestación de nuestra manera de pensar. De modo que nos conviene desechar pensamientos descontentos, críticos o temerosos, o si los hubiéramos aceptado debemos reemplazarlos con pensamientos que son perfectos y santos. Cristo Jesús dijo a sus seguidores (Mateo 5:48): “Sed, pues, vosotros perfectos, así como vuestro Padre celestial es perfecto.”
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