Comencé el estudio de la Christian ScienceNombre que Mary Baker Eddy dió a su descubrimiento (pronunciado Crischan Sáiens). La traducción literal de estas dos palabras es “Ciencia Cristiana”. con el ansia infinita de conocer a Dios, de encontrarle, de oír Su voz que nos invita a beber del agua de la espiritualidad eterna, de obedecerle. En esos momentos atravesaba por una serie de decepciones, penas y quebrantos morales, unida a un sinnúmero de afecciones corporales que ofrecían de mí un cuadro lastimoso.
Antes de conocer la Christian Science había estado sufriendo desde hacía algunos meses de una afección al cuello, a la cual un médico había calificado de bocio, aconsejándome que me sometiera a una intervención quirúrgica dada su condición avanzada.
Siendo el único sostén económico de mi familia, no podía abandonar el trabajo, de manera que debía esperar la proximidad de las vacaciones de verano para decidirme acerca de la operación. Pero antes de esa fecha fué probado que “Dios es nuestro refugio y fortaleza; socorro muy bien experimentado en las angustias” (Salmo 46:1). Un amigo y compañero de oficina me habló acerca de la Christian Science y me obsequió con un ejemplar de “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” por Mary Baker Eddy.
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