La vida humana encierra en sí una superabundancia de preguntas que deben ser respondidas, a decir: ¿qué hacer?, ¿dónde ir?, ¿cómo pensar?, ¿cuándo hablar?, ¿en quién confiar? Las lecciones aprendidas de experiencias anteriores a menudo prueban ser útiles guías; no obstante, hay ocasiones en que no satisfacen. Pero Dios tiene un propósito para cada uno de Sus hijos.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!