Las personas que averiguan y preguntan acerca de la Ciencia Cristiana [Christian Science], a veces se sienten confundidas pues descubren que enseña que Dios es la Mente espiritual que sólo conoce Su propia totalidad y la perfección de Su creación espiritual. Se preguntan cómo puede Dios alcanzar y sanar a la humanidad dado que El no está consciente de los pecados, enfermedades, defectos y flaquezas de los hombres.
La explicación que Juan ofrece del mensaje cristiano debiera ser útil para esos investigadores. El escribió lo siguiente (I Juan 1:5): “Dios es luz, y no hay en él ningunas tinieblas.” Aceptando la revelación de Dios como la Verdad, podemos decir que Dios es la Verdad y que en El no hay ningún error. Mary Baker Eddy dice en su obra “No y Sí” (pág. 30): “Es el conocimiento que la Verdad tiene de su propia infinitud lo que excluye la existencia genuina de siquiera una pretensión del error. Este conocimiento es luz en la cual no hay oscuridad, — no es luz conteniendo oscuridad dentro de sí misma.”
La gran verdad que Dios es Luz infinita no impide que El asevere Su supremacía por sobre cualquier clase de error. La luz tiene poder natural e instantáneo sobre la oscuridad. La compasión de Dios es bien conocida por aquellos que lo reverencian y tienen fe en Su misericordia. En la consciencia de cada individuo el sentido espiritual se halla arraigado profundamente, ese sentido que une la humanidad a la divinidad, el sentido mediante el cual la luz de la Verdad puede hacerse aparente a los hombres.
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