Durante más de mil novecientos años las iglesias cristianas han predicado la omnipotencia y la omnipresencia de Dios, y luego han tratado de ajustar esta enseñanza con una doctrina que incluye la creencia en la realidad del mal o un diablo personal, es decir, en un poder opuesto a Dios. Mediante la revelación que Dios le otorgó y tal cual la expuso en el libro de texto, Ciencia y Salud, Mrs.
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