El pensar en un hogar feliz y lo que éste representa, es decir, el amor, la seguridad, y la protección es algo que atrae a los hombres, mujeres e hijos en todo el mundo. A medida que obtenemos mediante el estudio de la Ciencia Cristiana* un sentido más espiritual del hogar, adquirimos la seguridad que Dios en Su sabiduría infinita y su afectuoso cuidado imparcial por todas Sus ideas provee un hogar para todos.
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