El Científico Cristiano cuyo corazón desborda de amor no necesita de otro incentivo para despertar su deseo de asistir a la iglesia. Es natural que desee ir, a fin de dar y expresar su amor. Este amor devoto y desinteresado es un factor importante que provee con una atmósfera sanadora y vigorizante a los servicios de las iglesias de la Ciencia CristianaChristian Science: Pronunciado Crischan Sáiens.. Pablo citó a nuestro Maestro, Cristo Jesús al decir (Hechos 20:35): “Más bienaventurado es dar que recibir.”
Nosotros tenemos en verdad mucho que ofrecer en los servicios, ya sea como lector, ujier, músico, solista o como testificante en una reunión de testimonios del miércoles, y mediante el apoyo financiero regular que podemos dar a nuestra iglesia filial de la Ciencia Cristiana y a La Iglesia Madre. No obstante, el dar a la iglesia no se limita de ninguna manera a estas acciones externas. Mediante la sabia y afectuosa provisión que Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, hizo en el Manual de La Iglesia Madre podemos apoyar y esparcir la inspiración y el consuelo que ella nos ofrece en estas palabras (Art. VIII, Sección 5): “En las iglesias de la Christian Science se ora por la congregación colectiva y exclusivamente.”
El concepto más elevado de la oración como se la entiende en esta Ciencia no es la petición que espera adquirir algo, mas es la afirmación de la perfección de Dios y de Sus ideas y la negación de aquello que haría aparecer a Dios como si careciera de algo, esa oración que le asigna a Dios la gloria que se merece. La oración en la iglesia es la emanación abundante, imparcial e impersonal del amor hacia todos los presentes. Anula la pretensión de que sea una reunión de mentes mortales y abarca a todos en la unidad y totalidad de la Mente divina. ¡No es de asombrarse entonces que ocurran tantas curaciones durante nuestros servicios! ¡Con razón la atmósfera es tan reconfortante y refrescante!
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