Mi madre había sido operada de cáncer, y el médico que la atendía le informó que era necesario que se sometiera a otra operación. No obstante, él abrigaba pocas esperanzas de que se restaurara. Fue a este punto que una amiga vino a visitar a mi madre y le recomendó que probara la Ciencia CristianaChristian Science: Pronunciado Crischan Sáiens..
Después que esta amiga se fue de nuestra casa, mi madre me pidió que llamara a un practicista de la Ciencia Cristiana para que le ayudara. Hice lo que me pidió. El señor nos vino a ver sólo una vez. Pidió un ejemplar de la Biblia y le leyó varios pasajes a mi madre. Después que hubo partido, mi madre dijo que se sentía muy incómoda acostada y me rogó que le ayudara a sentarse en una silla. Mientras se encontraba sentada allí, quiso saber qué era lo que mi hermana estaba cocinando para la cena dado que el aroma que venía de la cocina era por demás tentador. Nuestra madre cenó con gran apetito, ingiriendo una abundante cena y pasó una noche pacífica y reposada, y desde ese día en adelante se sintió completamente libre de la enfermedad.
Toda la familia comenzó a interesarse por la Ciencia Cristiana y yo me compré el libro de texto “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” por Mary Baker Eddy. No comprendía todo lo que leía, pero seguí leyendo porque me daba cuenta por la curación que experimentara mi madre que la Ciencia era lo que anhelaba comprender. Después que hube terminado de leer el libro, hallé que había sanado de una afección de catarro que me había afligido hacía más de veinte años y para la cual había estado bajo cuidado médico durante años. Todos los síntomas de esta enfermedad desaparecieron por medio de mi lectura del libro de texto.
En el año 1941 fui sanada de una seria afección al estómago de la cual había sufrido desde hacía más o menos seis u ocho meses. La curación se produjo en el mes de octubre de ese año cuando me alojé en un sanatorio de la Asociación de Benevolencia de la Ciencia Cristiana y al cabo de dos semanas volví a mi casa completamente sana del intenso temor que había sido la causa de mi condición. He experimentado curaciones de lesiones que se llevaron a cabo rápidamente, y me siento agradecida a la Ciencia Cristiana que me ha proporcionado ayuda inmediata en estos casos. Me he mantenido bien y contenta y aprecio profundamente el amor y la ayuda que diariamente me ha proporcionado mi familia cuyos miembros son Científicos Cristianos.
Agradezco también que he aprendido a amar más a Dios y a sentir un amor más grande por todos. Mi gratitud por la vida y las obras de nuestro amado Maestro, Cristo Jesús, pueden ser expresadas mejor mediante el esfuerzo diario que estoy haciendo por seguir su ejemplo. — , Bridgeton, Missouri, E. U. A.
