El valor y el interés de la vida humana se hallan comprendidos dentro del móvil o propósito que la inspira y dirige. Un propósito noble enaltece el empeño humano, presta inspiración a sus proyectos y añade la substancia y el gozo a su cumplimiento.
El progreso moral y espiritual que la humanidad ha llevado a cabo desde los tiempos prehistóricos, indica que la vida humana debe tener un propósito más elevado que la mera adquisición de lo que satisface las necesidades primordiales de la existencia. La Ciencia CristianaChristian Science: Pronunciado Crischan Sáiens. nos ha revelado la realidad o el hecho básico de que, ya estemos conscientes de ello o no, el propósito verdadero de todos es el de probar nuestra filiación con Dios. Y la persona alcanzará el éxito en ello, en la misma proporción en que comprenda la verdad absoluta en cuanto a su ser, es decir, que no es un mortal material que se ve fluctuando de acá para allá empujado por los caprichos del sentido material, aprisionado por sus limitaciones y luchando bajo su dictado, sino por el contrario que es el reflejo espiritual de la Mente divina, Dios, quien dota a Su hijo con toda la capacidad y los propósitos nobles y verdaderos. “Dios es el que obra en vosotros, así el querer como el obrar a causa de su buena voluntad” (Filipenses 2: 13) .
Cuando la coexistencia espiritual de Dios y el hombre, el Principio divino y su idea, es comprendida, y cuando sus implicaciones y sus responsabilidades espirituales se perciben y se cumplen fielmente, la actividad humana será guiada e inspirada y la Mente divina nos revelará sus designios. Entonces no abrigaremos ningún otro deseo que el de cumplir con el enaltecido designio que Dios nos ha asignado a cada uno de nosotros. A medida que nos dedicamos enteramente a este propósito y nos aferramos a él con entera devoción, nuestro carácter se enaltecerá, y con ello toda nuestra experiencia humana, hasta el nivel espiritual de la bondad universal.
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