Durante el mes de junio del año 1936, hice una visita a mi hermano que residía en otra ciudad. En esa época me sentía deprimida, infeliz, amargada, y sin esperanza ni interés por la vida, debido a que por espacio de cinco años había estado bajo tratamiento médico para ser curada de epilepsia aunque sin haber tenido ninguna mejoría.
Un día, durante mi visita, mi cuñada me dio algo para leer. Desde el primer momento en que empecé a leer Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, me di cuenta de que algo bueno iba a suceder. Mientras más leía y meditaba más llena de confianza y de esperanza me sentía. Empecé a dar de nuevo gracias a Dios por Su misericordia.
El propósito de este testimonio es el de expresar mi gratitud por haber sido curada de la epilepsia y por la curación y tranquilidad que he recibido por medio del estudio y la aplicación de la Ciencia CristianaChristian Science: Pronunciado Crischan Sáiens. por un período de treinta años. Sé que este testimonio ayudará a alguna otra persona a comprender, como yo he comprendido, la ayuda siempre presente de Dios.
Ahora soy una nueva mujer, sana, fuerte, feliz, llena de esperanza y de alegría, y siempre dispuesta a reconocer Su gran bondad por haberme despertado de una vida sin esperanzas.
A medida que han pasado los años, la Ciencia Cristiana ha satisfecho todas mis necesidades. Me ha sanado de la pena causada por la pérdida de seres queridos. Y en cada problema que se me ha presentado en mi experiencia diaria, me he dado cuenta que al tornarme humildemente a Dios en busca de guía, he podido probar esta promesa de la Biblia (Proverbios 3:5, 6): “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”.
Además de ser sanada de la epilepsia, he sido sanada de quemaduras de tercer grado, de reumatismo y de gripe.
Ahora el espíritu de gratitud y de agradecimiento inunda toda mi vida, y mi corazón rebosa de alegría.
Ponce, Puerto Rico
