Yo fui lo que se dice ‘nacida en la Christian Science’. Pero por supuesto uno no puede nacer Científico Cristiano, de la misma manera que no puede nacer violinista. Tuve grandes maestros en la Escuela Dominical, pertenecí a una iglesia filial maravillosa, y tuve la gran ventaja de poder ver la Christian Science en acción. Así que se puede decir que crecí dentro de ella, pero tenía que investigarla por mi cuenta”.
La primera vez que le pidieron que orara por alguien, ella era una adolescente. “Cuando estaba en la escuela secundaria superior, invité a una amiga a que fuera conmigo a la Escuela Dominical, y así lo hizo. Le encantó. Un día ella me dijo que le dolía muchísimo el abdomen, y no quería que sus padres la llevaran al médico. Entonces me pidió que orara con ella. Todas las tardes después de la escuela, hablábamos sobre la Christian Science. Ella tuvo una maravillosa curación, y sentimos una alegría increíble. Fue entonces cuando me di cuenta de que en algún punto del camino yo ya no guardaría la Christian Science para mí sola, sino que querría que todos supieran de ella. Era un gozo compartirla con los demás”.
Con el tiempo, otros amigos le pidieron ayuda y gradualmente su práctica creció. “Un día estaba parada en el pasillo de mi casa, y oré: ‘Padre, si esto es lo que Tú quieres que haga, simplemente dímelo’. De inmediato sonó el teléfono. Pensé: ‘Bueno, no tan rápido. Sólo Te quise decir que estaba dispuesta’. La gente empezó a llamarme porque sabía que yo amaba esta Ciencia, y porque recurría a ella y confiaba en Dios.
“Aprendí muchas cosas a lo largo del camino. Hay días en los que uno ha orado por un paciente, y no está seguro de la verdad, y no ve el momento de que el paciente vuelva a llamar. Y entonces llama y dice: ‘Me siento peor’. El desafío es no ponerse al nivel del problema, no creer que el problema es real. Y tampoco dar por sentado que el paciente cree que el problema es real. Es necesario disciplinar el pensamiento. No en vano lo llaman trabajo mental.
“Se necesita disciplina para no ser engañado por las sugestiones de la mente mortal, ya se trate de enfermedades, limitaciones, dolor, edad, lo que sea. Es importante afirmar en el pensamiento que cada uno de nosotros es espiritual porque en verdad la materia es totalmente irreal. Pero es necessario entender claramente que hay que hacer una distinción entre lo real y lo irreal. A veces se hace de manera instantánea, y otras es necesario disciplinar el pensamiento. Así que es cuestión de práctica. Cuando uno aprende a volar practica a despegar y a aterrizar. Cuando uno aprende a nadar, practica los movimientos de crawl. Puede que le entre un poco de agua por la nariz, pero de todos modos tiene que hacer esos movimientos, y poco a poco los va haciendo más naturalmente.
“Hamlet dijo: ‘La preparación es todo’. Hamlet, V Acto, Escena 2. David estaba listo para enfrentar a Goliat porque sabía que la verdad le daba poder, y que necesitaba tan solo una pequeña piedra para vencer al enemigo. Véase 1 Samuel, Cap. 17. A veces nuestros problemas parecen gigantes amenazadores que tratan de insistir en que existen, por lo que han hecho y por lo que pueden hacer. No obstante, una idea correcta puede contrarrestar todos esos desafíos, porque el mal no tiene con qué respaldar lo que afirma.
“He aprendido a dar tratamiento de inmediato dondequiera que me encuentre. Uno no necesita estar sentado en una silla confortable para saber la verdad espiritual sobre cualquier situación o condición. En una ocasión, regresaba a casa desde mi oficina en el centro de la ciudad. Mientras esperaba el autobús, de repente sentí un dolor terrible. Pensé: ‘Tan pronto llegue a casa, voy a orar por esto’. Y luego razoné: ‘Bueno, si mi espiritualidad y mi exención del dolar va a ser cierta cuando llegue a casa, es verdad ahora mismo, así que ¿por qué voy a esperar?’ Subí al autobús, que estaba lleno, y me tuve que asir del pasamanos. Afirmé mi unidad con Dios, y sané en el autobús
“Jesús nunca dijo a nadie en la multitud: ‘Bueno, cuando llegue a algún lugar confortable, reconoceré la verdad acerca de ti’. Él es nuestro ejemplo, y nosotros lo seguimos al buscar a Dios. La verdad está actuando ya sea que estemos dormidos o despiertos. Dios nunca duerme. Así que la verdad siempre es cierta.
“La gente siempre está pensando, de modo que puede pensar en la verdad. La Biblia pone bien en claro que la meta es lograr que todo pensamiento esté en conformidad con Cristo, Véase 2 Corintios 10:5. y eso requiere de mucho trabajo. Es una disciplina, y uno se puede esforzar por lograrlo, no importa qué otra cosa esté haciendo.
“En una ocasión estaba subiendo a un avión, y como el vuelo no iba lleno, pensé que podía ocupar también el asiento de al lado y pasar un tiempo estudiando la Christian Science. De modo que saqué mis libros (la Biblia y Ciencia y Salud). Una de las azafatas era Científica Cristiana. Ella no sabía mi nombre ni que yo estaba en la práctica pública. Pero vino a verme y me dijo: ‘Me siento muy enferma, ¿me puedo sentar a su lado?’ Como dije, ella no sabía que yo estaba en la práctica. Simplemente sabía que yo era Científica Cristiana. Y oramos juntas y ella sanó.
“La práctica en la Christian Science no se trata de estar sentado en una silla cómoda, simplemente leyendo un libro, y silbando una melodía. La Christian Science no es el deporte de un espectador. Es un trabajo de producción y, por tanto, tiene que tener la disciplina de un trabajo de producción. Y hay ocasiones en que es necesario ser persistente. Todos oramos por tener curaciones instantáneas. Todos los practicistas hemos tenido casos en los que la curación se produjo antes de poder siquiera anotar el nombre del paciente. Y todos los practicistas hemos tenido casos en los que hemos tenido que ser persistentes.
“Una palabra clave es ‘expectativa de bien’. Si uno puede afirmar de manera constante que el Verbo de Dios ya se está manifestando, la curación se produce más rápidamente. Uno espera ver la perfección. Uno conoce bien al paciente, y espera que el paciente sepa que está bien, porque ésa es la realidad. Y la curación se trata del poder de Dios reflejado.
“Yo sólo tomo un caso al día, porque tengo la expectativa de que el tratamiento sanará al paciente. No pienso ‘Usted va a estar muy bien para el fin de semana’. Uno no se mira en el espejo y piensa ‘Mi reflejo va a aparecer el jueves”. Mi oración por los pacientes no es tan solo para saber que están bien, sino para entender además que ellos tienen la capacidad de erradicar el error y sanar al enfermo.
“El tratamiento en la Christian Science no hace que el error o el mal sean irreales, el error ya es irreal. De modo que el practicista declara la verdad de la perfección del paciente y su inmunidad a la enfermedad, porque ésa es la realidad. El practicista no niega el mal para cambiar algo. El sanador en la Christian Science niega el mal porque la totalidad de Dios excluye el mal. En Ciencia y Salud leemos: “Quitar del pensamiento confianzas equivocadas y testimonios materiales a fin de que aparezcan las verdades espirituales del ser, ése es el gran logro por el cual eliminaremos lo falso y daremos entrada a lo verdadero’.Ciencia y Salud, pág. 428.
“El mundo no está allá afuera en algún lugar, está dentro de mi conciencia. Mi mundo es mi pensamiento exteriorizado. Y depende de mí enfrentar cualquier problema, ya sea que esté en mi propio terreno o no. Si incluyo el mundo dentro de mi conciencia, tengo que delinear en él ‘pensamientos de salud, no de enfermedad’, Ibid., pág. 208. como señaló Mary Baker Eddy. Y yo tengo que hacer esto en relación a mi mundo y a mi iglesia también.
“Ahora bien, muchas religiones creen en la materia. Y lo que diferencia nuestra posición es la convición de que la materia no es real. La Sra. Eddy dice: ‘En el universo de la Verdad, no se conoce materia. Ninguna suposición de error penetra allí’. ibid., pág. 503. De manera que nos regocijamos en la totalidad de Dios y Su expresión.
“¿En qué creo cuando doy tratamiento? Creo que el paciente está bien, y sabrá lo que mejor alimente su pensamiento. ‘La Verdad es el remedio de Dios para toda clase de error...’ ibid., pág. 142. Afirmo que él sabrá lo que ‘mejor promueva [su] progreso’. Véase ibid., pág. 266.
“Reconozco que Dios es la Mente del paciente así como mi Mente. No tengo un monopolio. Y esa Mente le dará al paciente el hecho espiritual que se opondrá y eliminará la falsificación — la enfermedad o todo lo que haría creer que uno puede estar separado del amor de Dios. Y ese hecho contrario, ‘borra de la mente de los enfermos la creencia equivocada...’Rudimentos de la Ciencia divina, pág. 12. ¡La borra!
“No se trata de orar a Dios para informarle de algo, o para hacer que responda. En realidad no hay que hacerle nada a la situación para que cambie. Pero el paciente y el practicista tienen que ver las cosas como son realmente, es decir, desde una perspectiva espiritual, que es la real. La Sra. Eddy escribió: ‘Dar crédito a una mentira nos impide ver la verdad...’Escritos Misceláneos, pág. 62. ¿Qué me está diciendo ella que haga? Que deje de creer la mentira, y veré lo que ha estado ocurriendo todo el tiempo: Dios perfecto, hombre perfecto.
“Muchas cosas pueden hacer que el pensamiento se eleve para comprender la presencia y totalidad de Dios. Uno puede mirar hacia afuera por la ventana y ver la vida renovada en plantas y árboles. Puede que esto eleve su pensamiento. Puede que recuerde un himno. La individualidad de la Verdad se manifiesta de maneras diferentes en momentos diferentes a nuestro pensamiento. A veces uno recuerda cosas que escuchó hace años. Estos pensamientos elevados, y llenos de esperanza, promueven la curación de esperanza, promueven la curación nos y impulsan a ayudar a los demás.
“Mi esposo y yo acostumbrábamos a ir a una panadería donde atendía una señora que estaba siempre enfadada y de mal humor. Un día, le pregunté cuánto costaban cuatro panecillos de canela, y me dijo: ‘Todos los que vienen aquísaben que se venden de a seis, no de a cuatro. Pienso que usted ya debería saber eso’.
“Compré seis, y cuando salí le dije a mi esposo: ‘Esa señora realmente tiene mal genio’, y él me contestó: ‘¿No es maravilloso que haya entrado en contacto con una Científica Cristiana?’
“Y a partir de ese momento, comencé a afirmar lo que era verdad acerca de ella — su perfección y su condición como hija de Dios — antes de entrar allí. Un día, cuando yo era la única cliente en el negocio, ella me dijo: ‘Estoy muy contenta de que no haya nadie más aquí. Yo quería hablar con usted, porque siempre es amable conmigo. Yo estoy muy enferma. Tengo que sostenerme del mostrador para poder atender al público. ¿Quién es su médico?’ Y yo le dije: ‘Soy Científica Cristiana. Dios es mi Médico’. Ella me preguntó: ‘¿Podría hablar sobre eso conmigo’. Y así lo hice, y le conseguí un ejemplar de Ciencia y Salud. Con el tiempo ella se mudó a otro estado, pero me mencionó el libro más de una vez, diciéndome que la había ayudado muchísimo.
Mi mundo es mi pensamiento exteriorizado.
“Así que como puede ver, esta señora encontró la Christian Science allí mismo, en la panadería. Y la experiencia me enseñó a no ver a una mujer malhumorada. Lo que ocurría era que ella no se sentía bien, y se estaba esforzando mucho por ganarse la vida. Ella me recordó que dondequiera que uno vaya, es importante ver a los hijos e hijas de Dios, no a mortales, ya sea enfermos o sanos”.
Conocida por su ingenio, la Sra. Hebenstreit incorpora el humor incluso en temas serios. “Sí, la Christian Science es una alegría y un Científico Cristiano es alegre. Al mal — ya sea que se presente como depresión o malicia — no le gusta la atmósfera alegre. La Biblia dice: ‘El corazón alegre constituye buen remedio’”. Proverbios 17:22.