Los relatos de curaciones que se encuentran a continuación fueron escritos por personas que asistieron a la Asamblea Anual 2003 y Simposio que se llevó a cabo en Berlín, Alemania.
Yo siempre amé a Jesús y creí en sus obras, así como creía en las promesas contenidas en la Biblia. Y me resultaba un poco contradictorio porque me había criado en una religión que enseñaba que debía aceptar la enfermedad, el dolar y el sufrimiento.
Un día estacioné mi auto frente a una Sala de Lectura de la Christian Science. No era la primera vez que lo hacía, pero en esta ocasión me acerqué a la vidriera. Leí los pasajes señalados en la Biblia y en Ciencia y Salud y decidí entrar. Una dama me recibió amablemente; conversamos y ella me ofreció mi primer ejemplar de Ciencia y Salud.
En aquella época yo estaba sufriendo mucho a consecuencia de un grave accidente de automóvil. Me había quebrado la cadera y tenía una pierna prácticamente inutilizada.
Me dijeron que no podían hacer otra cosa más que someterme a una operación. Yo ya había comenzado a usar remedios naturales. Por las noches me aplicaba una cataplasma de barro, que me ayudaba a dormir. Esa primera noche leí Ciencia y Salud y me interesó tanto que me olvidé completamente de las cataplasmas. Leí hasta tarde por la noche, y me dije: “Dios, mío. Ésta es la Verdad. Y si es la Verdad, entonces yo no necesito las cataplasmas”. No las he usado desde entonces, el dolor desapareció y me he recuperado por completo.
Suiza